24 de diciembre de 2008

DE EL MUNDO QUE AMO

CANTO A DIOS MISMO
(fragmento de "EL MUNDO QUE AMO")

Argumento

Por mucho tiempo anduve errante en la Tierra,
para recrearme. Y en todas partes, confieso,
la belleza se deslizó en mi vida como un ladrón.
La belleza me llegó en diferentes formas,
encantando mi alma de inmediato, sin edad,
súbita, fugaz, repentina, con nuevas vestiduras.
Sumergiéndose en mi a la medida que fui viendo.
Vi la belleza en medio de la noche,
al amanecer, en la tarde, por el mediodía.
Vi belleza en las iglesias y en cantinas,
la vi porque no manifesté incredulidad
y mi oído no se negó a oír: Yo también soy Dios.

1
Me muevo cuando Tu quieres que me mueva.
Mis palabras son aquéllas que Tu determinas,
entonces, ¿cómo hablarte? ¡Oh, Dios!
¿Si no hay camino fuera de Tu camino?
Das todo por nada porque Tu eres todo,
no hay más: todo somos Tu mismo.
¡Oh Tu!
Que no tienes cuerpo y eres todos los cuerpos
¿cómo he de alabarte?
Porque eres todo lo que puedo ser
y todo cuanto puedo decir. Lo eres todo.
Eres lo nacido y lo no nacido.
Eres el bien y el mal de todas las cosas
¿cómo he de alabarte?

2
El deseo de ti
me ha absorbido de tal forma
que en mi corazón se agotó todo.
Ni amor u odio guardo a nadie.
Puedes regalar a mis enemigos cuanto poseo.
Da a mis amigos lo mejor que me tienes reservado.
Yo contigo tengo más que suficiente.

3
Dios, no hay más Dios que Tu.
El amor es Tu don y procede de Tu gracia.
Nunca oí el canto de las gaviotas,
el temblor del viento, la risa graciosa,
la música del mar o el estampido del trueno,
sin saber que todo era testimonio de Tu presencia.
Nada se Te asemeja y todo se Te parece.

4
¿Cómo adorar a quién no se ve?
Eres un rayo de luz que se proyecta súbito,
un rayo de color claro oscuro, que no veo.
Oh Dios, hazme bienaventurado, y no Te ocultes
porque si no Te veo me apago, irremediablemente.
Pero si no Te ocultas, Oh Justo, en el camino,
el sendero es pura luz por Tu sola contemplación.
Pero si Te me ocultas, todo se parece a la muerte.
No sé qué es aflicción o desdicha
cuando se revela a mi corazón Tu hermosura.
Que nada vea sin que en ello Te vea, Oh Altísimo.

5
Me han preguntado qué edad tengo.
"Un año" -respondí.
-¿Cómo puede ser? -dijeron.
Y expliqué:
"Es que durante toda mi vida anterior,
Dios estuvo oculto a mis ojos. Pero Le he visto
durante este último año, y el tiempo que estuve
cegado a Su luz, en verdad, no pertenece a mi vida."

6
En la calle y en mi hogar, sólo a Ti veo.
En el mar y en la cordillera, sólo a Ti veo.
Te veo a mis espaldas y en mi frente,
en la risa y el silencio. En el sol.
No veo alma ni cuerpo, espíritu o materia,
causas o efectos... sólo a Ti siempre veo.
En la escasez y en la abundancia, a Ti veo,
en la contemplación, en el ayuno y la plegaria,
en la tribulación y en el favor a Ti veo.
Abro mis ojos y Eres todos los otros ojos.
Te descubro en todas las miradas y en los ciegos.
Oh Hacedor, sólo a Ti veo siempre.
Me derrito en Tu fuego y el frío no hiela.
Me desvanezco en la nada, me hago niebla,
espuma, rocío, humedad, diamante del agua.
Y Tu estás en todas partes. Así no más es.

7
Todo, excepto Tu, perece.
Dime,
Cuando vienes, ¿cómo he de verte?
Con tus ojos, no con los míos.
Pues nadie Te ve, sino Tu mismo.
En la noche oscura a veces de mi alma,
dime,
¿cómo he de tener Tu luz sin que me ciegue?
Sin verte, que al no mirarte, Te presiento,
y con eso basta a mi corazón.
Que todo es Tu: Uno y lo mismo.

8
¡Oh final de mi designio!
Eres todo mi todo. Aquí estoy.
Señor, soy a tus pies. Heme aquí.
¿Cómo acercarme si Tu no lo haces antes?
¿Cómo hablarte si no me hubieses hablado?
Oh Confidente, Oh Esencia.
Eres mis párpados, mis ojos,
mi vista y lo que veo.
Oh Centro de mi existencia.
Eres mi cuerpo cada parte de él,
mi destino inequívoco y su expresión propia,
el sumo éxtasis y mi alimento todo.
Eres mi huésped y a Ti solo me humillo,
que nadie más ha de verme jamás arrodillado.
Oh Razón interna y externa.
Sea mi vida Tu vida. Se en mí.
Oh Templo del pensamiento absoluto.

9
El universo no puede contenerte
pero -lo prometo- mi corazón, sí.
Es así mi amor y este anhelo.
Tu lugar está en mi corazón,
en mi corazón por entero.
Nadie más que Tu tiene sitio en él.

10
Oh Dios
hazme como la ostra
que llena de perlas
las manos que la quiebran.
O como el sándalo,
que perfuma el arma que lo hiere.

11
Que nada es verdad sino Tu.
Hágase Tu voluntad en mi fin y en mis actos.
Esencia de mi ser, eres mi oído y mis ojos,
mis palabras, los átomos que me forman.
Si hay alguien que te ama, ese soy yo.
Soy Tu amado, el fuego y la mano que lo enciende,
la sed y la alegría del bebedor, el error y
el acierto. Tu cuerpo y Tu alma soy yo.
Soy la verdad y la mentira, el agua,
la Tierra, lo fácil y lo difícil,
lo primero y lo último, la ignorancia y
el conocimiento, el incrédulo y la fe.
Soy el infierno y el paraíso, todo
cuanto en la vida se contempla. Yo soy.
Dios, cuando algo me toca, Te toca.
Tu eres yo. Y yo soy tu barro moldeado y Tu soplo.

12
¡Mi Dios, Te he visto en los ojos de quien amo!
Ahora soy Tu esclavo y Tu oculta voluntad mi senda.
Te estaré sumiso porque soy la obra de Tus manos.
Soy en mi totalidad Tuyo y Tu eres las flores.
Eres las raíces y la Tierra y los designios.
¡Abrazas Oh Grande como el mar abraza la playa!

(c)Waldemar Verdugo Fuentes.

17 de diciembre de 2008

AMÉRICA MIA, fragmentos.

UN MAGO.

En diversas ocasiones
Los viajes en la vida
Muchas veces aparecen
Ante nuestros ojos con
Gran claridad; como ya
Ocurrido. Y entonces
Dudamos en si todo no es solo
Eco de algo hace mucho
Olvidado en una lejana
Zona de nuestra memoria.

EL CÓNDOR CHILENO.

Al universo un cóndor lo gobierna
blanco y negro acechante, de mármol, férreo.
Rey sol quieto, detenido, entero
macho-cachorro sagrado, imperial.
El de alas que dibujan la luz,
y captura hasta el almizcle fugitivo,
que se nos aparece como un sueño,
y se mantiene al acecho en la copa de los
más grandes árboles, inventándose,
que ni el azufre rojo ayuda en la captura
de aquél que sigue el curso del viento.
El envuelto en nieve de la tarde.
Por quien los grandes pumas tropiezan
y los caballos caen,
por quien todos los perros aúllan a la vez.
Te pareces al rayo interminable,
llegas con el silencio de lo secreto.
Alado sueño de la incógnita sombra,
esa sombra que también me está soñando.

CARTAGENA
1
Tengo una casa pequeña junto al mar.
Es pura roca de la que corona acantilados
frente a las aguas del mar de Santiago.
Fijáos en lo que digo:
y el Amado, el Señor de los Cielos
hizo el techo protegido de estrellas
con su propio sol y su luna más mil plantas,
que unas florecen de día y otras de noche,
el clima será, pienso.
No cae dentro la lluvia ni asola viento,
que afuera puede ser terrible.
La roca interior de mi casita
es toda mano artesana de trazo circular.
Aquí nadie teme los juicios injustos.
Y en torno no hay protección, solo el mar.
En esta casita bien se escribe, sí Señor.

2
El aire parece transparente,
tengo miedo hasta de pestañear.
Pienso hasta dónde terminan los gestos.
Tal vez si cambio la mirada,
provoco en el mar el nacimiento
de una caracola...lo hago.

3
A veces
juego con mi memoria
y dibujo la imagen de mi madre
o un barco en el horizonte del mar.
A veces
el barco se pierde entre las olas
y mi madre no es como es ahora,
es como era hace muchos años...

4
Indiferentes a toda cualquier inclemencia,
volando de roca en roca cantan las gaviotas.
Frío se vino este invierno. Levanta el viento.
Veo a la ladera helada del bosque junto al mar,
y diviso mujeres de pálido menguante, rápidas.
El lobo marino está bramando...
aúlla una manada. Pegada su piel a la roca,
se hacen como la roca misma.
Viven así los lobos,
como enterrados a la orilla del mar,
y sin sentir el hielo de las aguas...
Háblame como la lluvia y déjame escuchar.

MC ALLEN, TEXAS

El sol se vino huyendo
de los fríos del sur.
Este territorio y sus lagartos
las palmeras, tanta arena y luz...
yo mismo y el otro,
el que esto escribe,
ambos languidecen.
Tomo un libro de Faulkner y
mientras Babsy dormita en mis brazos,
bebo una cerveza a nuestra salud.

1
(Habla un campesino)
“Al crepúsculo de la mañana a trabajar
Al crepúsculo de la tarde a descansar
Para beber debo excavar un pozo
Para comer debo arar un campo.
El presidente y su poder, ¿qué me importan?
Pensemos que el destino nos concedió
el deseo de nuestro corazón, ¿y luego?
Imaginemos que hemos leído la gran obra,
el libro de los libros, ¿y luego?
Admitamos que somos felices y
dichosos para siempre, ¿y luego?”

HOLLYWOOD, L.A.

Es un aprendizaje que no está
al alcance del hombre.
Cada uno sigue su propio camino.
Y el camino es uno.
Quien dice dos, es que ve doble.
Aquí veo doble.
Quizás por eso amo tanto Hollywood.

1
(Notice)
Aquí se confía mucho en Dios
pero se ata la pata de la mula.

2
(Entrance)
Las diez mil criaturas nacen y mueren, suben
y luego descienden nuevamente a la Tierra.
Las ruedas de su transformación suman miles.
Siempre un día sucede lo inusitado y todo cambia,
en un instante el mundo cambia y nosotros,
nuestro alrededor desaparece en un instante.
Por eso aquí y allá es igual.
Lo que somos al fin siempre es.
Sí, esto también un día dejará de ser.
Los bien amados, nuestras mujeres no pueden acompañarnos
y en los sitios familiares se van olvidando y
nuestra huella va perdiéndose poco a poco
lentamente hasta desaparecer.
¿Existe la felicidad sin tristeza del corazón?

3
(Twilight)
Un hombre,
que no mora en un sitio material
sino en un tabernáculo espiritual
(sólo visible a las mujeres purificadas)
habla a la multitud reunida
que se vino a esta California siguiéndole.
Todos le ven en la costa,
cuando el hombre azota con cadenas el mar.
Y grita a viva voz:
“El pensamiento,
esas alas disparadas por Dios,
a cada momento nos renuevan
y con nosotros el mundo,
que dura solo un instante.”
Le he preguntado porqué azota el mar,
y dijo: “Las cadenas son un efecto, nada más”.

4
(Dawn)
La inteligencia de la abeja
está oculta para el lobo.
Así como el ánima de la secreción
del gusano de seda.

Las Flores del Xinantecatl

En Toluca supe la idea esférica de las cosas.
Todo el hoy es el profético ayer. Nada
será que no haya sido. ¿Quién ordenó esto?
¿Qué ángel es éste que viste todos los
colores y se refresca con mi experiencia?
¿De dónde viene esta sutil energía
que al mundo envuelve con celeste calma?
Todo el cielo se estremece y las nubes
incéndiase en llamas abismales. Y río.

El cielo... el cielo desciende presuroso.

Un alado pensamiento ensancha mi mente
y debo aferrarme a los tallos de la milpa
Que nacen de este surco en que yazgo.
Acariciadoras raíces me brotan fugándose
a lo más hondo de la Tierra. En las palmas
de mi mano rebota un pálpito que
arranca de todo cuanto toco. Porque
todo lo que vive es sagrado. No hay
una cosa que no tenga aquí su lugar,
en este espacio, si así puede llamarse.
Me han sacado de un eterno sueño las flores.
Hoy me causa contento saber que si hay
angustia, hay movimiento.

BAJA CALIFORNIA NORTE
TIJUANA
LA BUENA NOTICIA
Bebamos amigos, a
embriagarse sin prisa, con rigor.
Y ¡por Dios!
No me digan que nos vamos
“que luego hay tiempo para beber”
No. ¿Quién puede asegurar
otra buena nueva?

EL FRACASO
Señor, mi Dios querido,
Sé misericordioso conmigo
que bebo tequila y cerveza
(ya que has sido clemente
con los buenos abstemios
creándolos abstemios).
¡Compañeros,
hermanos de cantina
bebamos tequila rubí
por el misterio del alma!

LAS ADELITAS
“Se me hace que bebiste agua de la Presa” dice la mujer. Y sigue: “Aquí sabemos que Tijuana, como la Magdalena esa, está salvada, porque ha amado mucho. A mí se me hace que Dios actúa de acuerdo a sus necesidades. Y requiere de la infinita variedad de Sus atributos para producir infinita variedad de efectos sobre las cosas y los seres, allí donde se encuentren. De la apariencia de lo bueno y lo malo depende la posibilidad del conocimiento. Muchacho, bebamos y tómame, nunca temas, que el mal por sí mismo no existe. Que el infierno también es transitorio, y finalmente, todos nos salvaremos”.

EL D.F.
En esta cantina cierto día pregunté
(como se debe, a un anciano
sabio que allí siempre estaba)
-Dígame, ¿dónde están los que
se han ido?. ¿Dónde van los muertos?
Y él respondió, cauto y cumplido:
-Solo sé que no volverán. Calla y bebe.

LAS CHAVELAS
Matar a un hombre
es matar a todos los hombres.
Cierta noche salvé a uno solo
y fue como salvar al género humano.
Aquí alguien bebe a mi salud.

EL BOL CORONA
Libremos la mente de la lógica y la razón,
hagamos libre lo prisionero y bebamos
Y seamos justos: honremos esta cantina
Aquí, digámoslo, para quien va de paso
beber la sangre del maguey es de buen gusto.
¡Copero, hoy tengo nostalgia y voy a olvidar!
Pero sírveme en copa de cristal
para adivinar su rostro en la transparencia.

EL RÍO RITA
Bebamos amigos,
riamos, alegremos el corazón
y hablemos poco de lo que se fue.
Tú llama al copero y tú sonríe,
como si las cosas fueran perfectas,
que sólo se decepcionan de todo
quienes no esperan bastante de Dios
que no eres el primero ni el último
ahora no le busques excusa,
que si el tequila sabe áspero
es que solo imita a la vida:
primero duro y suave al fin.
Todo está bien y seguirá bien,
ahora tallemos versos alegres
en el borde mismo de las copas.
Sepa Dios con qué tierra nos hizo,
pero algo viene, algo bueno.

LA ZACAZONAMPAM
Veo transparente el vidrio
Veo transparente el tequila
-tan sutiles ambos-
es como si tuviera copa sin tequila
es como si bebiera tequila sin copa.
Bebamos y digámonos poesía, amigos,
que lo que se va no vuelve más.
Señor Dios amado, indícanos el camino.
Extraviados, es cierto, llegamos a la cantina
aquí los muros son bajos
pero ¡Te juro! solemos tocar el cielo.

1989
Que llore sobre sí mismo el que perdió su
existencia sin haberte visto alguna vez.
En ti olvidé la conciencia de todo,
incluso del alma. Entré en gnosis.
Es cierto: caminé tu noche y vi luz.
Fui pausadamente, con la calma del dragón.
Fui y vine entre los jacarandáes azules,
entre quienes aparentan que todo importa,
entre quienes en verdad no les importa.
Me dejé llevar como el agua en el mar
y supe del silencio estallando en carcajadas.
Cierta noche de año nuevo vi estallar el sol
y un árbol doblado por el viento, que
nunca se quebró. Nadie osó reprocharme.
Si me obligan a imaginarte de un modo,
te comparo al centro de la circunferencia
y al espacio comprendido entre éste y aquél.
El centro es la verdad.
El vacío exterior al círculo, la nada.
El espacio comprendido entre el centro y
dicho vacío exterior al círculo, lo posible.
Tijuana, tus cien años se me hacen cuento:
te juzgo eterna como el mar o el tiempo.

(c)Waldemar Verdugo Fuentes.

16 de diciembre de 2008

Palabras Al Amigo.

El mañana es definitivo cual férreo ayer
Lo que nos sucederá ya es sendero caminado
El Gran Pintor ha tendido su paleta
Pero no te asustes. Porque aún a oscuras
En el centro de la noche y el relámpago
Siempre te será dado ver la luz, un poco.
La vida es dura como el miedo
Pero siempre allí está Dios, que acecha
Pues aunque tú a El no veas, El si te ve.
Compórtate como si estuvieras en Su presencia.

¡Cruza el Torrente!

Todos los hombres hemos temido.
No desanimes. Busca refugio en ti mismo,
a veces hace bien ir a los templos.
A ti, el mundo nada puede reclamarte,
estás despierto y los dioses te admiran.
No tienes nada y a nada estas sujeto
No rompes la ley de la armonía
y sabes que el deseo es un río que se precipita.
Vigilas una tercera parte de la noche.
Eres puro y te concentras en los mejores pensamientos.
Tu eres tu propio mismo ¿Quién más en realidad?
Eres el que ha vencido su violencia
el que ha desechado las malas acciones
y ha convertido su agresividad en paz.
Eres fuerte y eres joven. Es tiempo de levantarse
así como el elefante logra salir
del pantano en que se ha metido
¡levántate a ti mismo!

Tu fuerza eres tú mismo: todo un ejército.
Has despertado y lo has hecho para siempre.
Todo está bien y seguirá bien. ¡Anda!

Sensación

Cierta hosca hora de la noche, camino por los desiertos, por pantanos pantanosos, por cementos milagrosos y por túneles abiertos. Un fantasma -imperioso y furibundo- que un rojo imperio habita cauteloso, invade el pensamiento en que me hundo.
Ese cierto fantasma (que es de lodo tan lodoso, de azabache, basalto, oscuro, gris, opaco, de mercurio y cobre tembloroso, de azufre sulfuroso) que pasea su sombra por el mundo, poderoso
está
tejiendo
una
jaula
en
torno
de
mi mismo.
Pero el Amigo
(el buen lobo del camino)
hace
pedazos
la
jaula.

El Loco

He visto a un loco llorando con grandísima amargura.
Me acerqué y dije: "¿Por qué lloras?"
Y el loco habló diciendo que clamaba,
lloraba "para mover a piedad Su corazón":
-Quiero volar y ruego a Dios -dijo el loco.
"¿Volar? Desdichado..." pensé, y dije aclaratorio:
-Aquel del que hablas no creo que tenga corazón.
-Te equivocas -afirmó-. Sólo Dios es el que hace.
El es el único dueño de todos los corazones.
Y -créame- ¡el loco salió volando!
¿No es como para pensar que el corazón es la Vía?

El amigo

Un hombre se encontró a un ángel.
El ángel sostenía un libro y algo anotaba.
Al fin el hombre preguntó:
-¿Qué haces?
Y el ángel anunció:
-Escribo los nombres de los amigos de Dios.
-¿Y pondrás mi nombre en ese libro?
-Tú no eres amigo de Dios -sentenció el ángel.
-Pero soy amigo de los amigos de Dios -dijo de inmediato el hombre.
El ángel, por un instante, no pronunció palabra, para luego sentenciar:
-Registraré tu nombre en la lista. Al fin que la unión del hombre también hace Su fuerza.

El Ciprés

Un discípulo propone al maestro esta cuestión:
-De los árboles creados por Dios el ciprés es estéril. ¿Cómo explicar la excepción del ciprés? ¿La razón del ciprés si no da frutos?
-Es cierto. De todos los árboles el ciprés no da fruto. Los otros árboles por sus frutos son amados, pero a la llegada del invierno están como muertos despojados de sus hojas, solo dan tristeza sus ramas secas. Sólo el ciprés nos alegra en el invierno. No da fruto pero está siempre verde. El verde entrega paz al corazón.

La Casualidad

Hay decisiones divinas:
El sabedor de arquería
por su técnica precisa
da en el blanco
a la mayor de las distancias.
Pero si en pleno vuelo
la flecha y un rayo chocan
la técnica perfecta
pierde toda su eficacia.

(c)Waldemar Verdugo Fuentes.

Palabras Para Atzimba

A usted, buena hada; Dios os conserve y vigorice. A usted, cintillo de topacios y siemprevivas, llanura, perla rara, honda y divina, brillo y sensación, éter, seráfica, rayo de Sol, viejo vino, serena como la santa naturaleza. A usted, señora radiosa muchas rosas, muchas rosas:
Sé indulgente, sé piadosa, sé suave.
Sé el aire y como los antiguos marfiles,
como un soplo de brisa. Sé luna.
Sé tierna entre todas las mujeres.
Dudo si las palabras sellen con
nobleza tal lo que a usted escribo;
soy el mismo, soy tu furtivo.

Oh tú, inefable Atzimba en mi conciencia; dime si en tu incógnita ribera no fui arcilla fresca, resina, tu quimera. Te evoco más misteriosa que otras veces, con tus ojos de infinito, con tu pasión por lo arcano, con esos tus perfumes de enigma. Te evoco altiva, rumor de soles, prisma; corno una gacela fugitiva cambiando el rumbo de las tempestades; como el color blanco de todos los colores, rojo de hibisco, verde vegetal, amarillo de los leones, nácar como las flores de las rocas:
Oh tú, no eres un vago recuerdo
que viene de lejos y cansado.
Emerges de mi tiempo definido.
Oh tú, ala de misterio, alma,
de piedad honda como el mar,
sueño y nube, cisne al alba,
fulgor que enceguece los fulgores,
enjambre de cometas, la encendida.
Rubí, esmeralda, zafiro, amatista,
que alguien nunca falte a tu cita.
Bella diosa de esta América mía,
de la misma Tierra, de igual mañana.
Mi huemulita alada con alas de cristal.

En la Extensión Del Mar

Erase una Princesa del fondo del mar,
de cortesía espiritual y sincera manera
a cuyos pies trajeron a un ángel cautivo.
El ángel, viéndola, dijo:
"He sido capturado porque el agua ha
trizado una de mis alas de diamante".
La princesa peinaba sus cabellos y
sus cabellos hacían las ondas del mar;
distraída, miraba vagamente, miraba
por donde transitan las caracolas, veía
hacia los barcos sumergidos en algas,
a los peces con corazas de esmeralda, veía
las flores de luz que crecen en la arena.
En una diestra tenía el peine de coral,
pálido y liso. Sus ojos dilataban honduras
de cierta mítica tristeza, bellísima.
Y el ángel agregó:
"Oh señora, el mar sólo es, pues,
espejismo. Sólo usted es cierto.
Permitidme serviros. En cuanto a mí
aquí estaré bien, sí, estaré bien".
La princesa peinaba sus cabellos y
sus cabellos hacían las ondas del mar...

(c)Waldemar Verdugo Fuentes.

15 de diciembre de 2008

Palabras A Elga.

(¡Mi Dios, Te he visto en los ojos de la Amada!
Ahora soy Tu esclavo y Tu oculta voluntad mi senda.
Te estaré sumiso porque soy la obra de Tus manos.
Soy en mi totalidad Tuyo y Tu eres las flores.
Eres las raíces y la Tierra y los designios.
¡Abrazas Oh Grande como el mar abraza a la playa!)

Argumento
Los antiguos aceptaban, como elementos complexivos de la naturaleza, la tierra, el aire, el agua y el fuego. De repente alguno denunció la existencia de un algo más sutil, otro habló: es etéreo. Lao Tse lo nombró TAO, otro lo dijo quintaesencia. Swedenborg insinuó: es todas las cosas reunidas en un punto. Permítaseme decir que he visto ese algo en los ojos de mi amada.

1
Subí a la cordillera y la he visto hoy.
Es dulcísima, bella mujer y joven aún.
Leía, recortando su figura un monte de plata.
La rodeaban muchos animales, absortos viéndola.
Al aproximarme todos los animales huyeron.
-¿Por qué se alejan? -dije. Y ella contestó:
-Tú has comido carne. Yo solo pan amasado,
algunas frutas y agua de la cordillera.
Huyen porque solo lo similar atrae a lo similar.

2
Dices que soy tu punto de referencia como nadie lo fue.
Hablas cosas de tu vida y dices nombres que te confirman,
repites no haber sido de otro en cuerpo y alma con testigo.
Quizás mientes. Puedes mentir y no me importa.
Te acaricio y puedes estar mintiendo.
¿Qué me importa?
¿Acaso tus labios son menos calientes?
¿O tu cuerpo es menos suave al roce de mi cuerpo?

3
Cuando me esté durmiendo para siempre,
amada, quiero que acurruques mi cabeza
entre tus piernas cobíjame, y susurra
nuestra historia aquella de amor.
Imprégname con tu voz y repite para mi,
repite los nombres que te doy
mientras mis manos acarician
tus formas frescas y ondulantes,
mi caballita de mar.

4
No soy oriental ni occidental
no vengo ni de la tierra ni del mar
ni del fuego ni del aire
tampoco del Paraíso ni del Infierno.
No soy vegetal, no soy mineral,
no soy animal ni vengo del Cielo.
No soy de este mundo ni del que pasó
no tengo rostro ni sombra ni nombre
no tengo ni cuerpo ni alma ni nada.
Soy sólo tu amor, mi amor,
imagen íntegra de mi vida.

Conclusión

Te veo y veo la verdad.
No nos hemos entregado al acaso,
estudiamos el tiempo y las circunstancias.

El momento ha sido propicio: hemos hablado
si no, hubiésemos callado.

El que tiene un tesoro no lo enseña, así
no revelamos nuestro lenguaje secreto al mundo.
Y con nuestros pensamientos construimos el mundo.
Nos hemos vencido a nosotros mismos
y es mejor que vencer a mil en mil batallas.
Ganamos. Y nadie nos quitará la victoria.
Ni cielo o infierno pueden volverla una derrota.
Nos haremos el bien cuanto podamos
y nuestra paz, como el alba, iluminará la casa.

Una Calle Amplia

Elga es una calle.
Una calle hecha de piedras juntas
en armazón contiguo
enfilada a ejercer dirección y
monumentalmente rodeada de edificios variables
sus piedras dan forma a otro recuerdo anterior,
una a una la hacen única y más amplia que
Yo-mi-me que había renunciado al matrimonio).
Elga es una calle que se camina sin torcer.

Ahora he iniciado otras cercanías
pero cualquier calle con nombre de mujer
significa tu rostro, Elga,
vaivén de calle a rostro de rostro a calle.
Este rostro que ya no poseo,
esta calle que ya no transito
ahora en sí misma es su fin.

Ahora te pienso
Siempre pienso en ti.
Ahora, debo confesar que este espectro mío
ya no tiembla ante tu ausencia
Venus de espeso bello en tu sexo.

Ahora que no eres ni quietud ni movimiento
que no eres ni objeto ni sujeto
pienso los dichosos tiempos aquellos, y no duros
en que a veces me equivocaba de puerta
entraba me sentaba y callaba.

Ahora que ya no eres el no que negaba
tú, Elga imprevista, eres mi conmoción
mi finito, un finito infinito: cerca y lejos.

Ahora, que yo creo con tal fuerza en la inmensidad
pienso que mientras menos te veo y no me vez
más nos parecemos, más te acercas.
Por eso no te he perdido ni me has perdido.

Regresaba yo a casa al Atardecer

Regresaba yo casa al atardecer y pensé
¿cuánto hay de increíble en nuestro cuerpo,
cuánto hay de increíble en nuestras mentes
si siempre vamos marchitándonos?

El aire parecía transparente y
de súbito tuve miedo de mirar.
Dejé de ser yo y es él -el otro
no soy yo quien esto escribe.

Me dirigí a la sombra en que se mueve
incierto el toro negro. Allí vi un
animal amarillo temblando en silencio
sonriéndome tanto tanto, que
su padre palidecía en el sueño.
Palpé la huida húmeda de la niebla
y calló la razón: el secreto allí no existía.
Luego me persuadió a la fuga cierto triste olor.
Ya en casa y con tu carta en la mano, pensé:
cuando ya no nos una solo infinita distancia
y nos rindamos desnudos, alegremente,
con tu risa a flor de piel y mi piel en tu piel,
Cuando no te busque como te busco, finalmente
no serás ya mi bien ni mi mal imposible.

Rompimiento

1
En un lugar abierto, luminoso y alto.
Dos amantes procuran distraer la eternidad.
Son discusiones inciertas de una noche cualquiera,
que esta noche es como será mañana, como ayer, como todas las noches.
Al mirarse a los ojos descubren, con asombro,
que lo que hubo ya no está.

2
Aquí es de noche y todo en calma
ahora alguna entra al cuarto éste
y lleva la bata que olvidaste.

3
Si me amabas como decías
aún debes estremecerte a mi paso.
O ¿qué clase de amor era el tuyo
que al verme no te sobrecoges?
Yo ante ti me agito,
mis entrañas aún se mueven
como el viento sacude los roqueríos.

Encuentro

Tu piel espléndida y clara como la luz
se abre en mi sangre y la detiene.
Nosotros somos tiempo. Tu cuerpo,
mi mente cuando piensa y las cosas
a nuestro alrededor.
Es fácil que el sentido nos engañe y
no seamos nuestro destino último,
pero no hemos impedido que el agua corra
o que lo bueno interfiriera con lo mejor.
¿De qué otra manera nos podíamos convencer
sino creyendo que esto es real?

Sí, todo está bien sí, y seguirá bien.
Todas las cosas están bien mi amor...
mira que estamos a un cuarto de distancia del alma
mira que te pareces al agua fresca.

Palabras A Usted

Todos los amores terminan un día.
Porque así está escrito y la palabra es la ley.

(Para ti, que no te nombro, amor mío
-y hablo en serio- para ti.)

Porque vienes de un pueblo de sábanas bárbaras.
Por eso, agua ardiente, he renunciado
y aquí juego lo que me queda de luz en el alma.
Apuesto a tu piel vigorosa de arena húmeda.

Soy el más ardiente de tus amantes. El más fiel.
Y por ser nuevo en esta mi nueva condición
(o se me iba a torcer la boca de tanto sonreír)
sólo ruego que en la entraña de la piedra no
ahúyen mis muertos...
pero es que delante de mí ya avanza su hálito
pero es que he caminado muchas veces solo,
a la orilla de los roqueríos costinos,
Con la angustia del amor y el rugido del mar.

Aviso
Hay días
en que estoy muerto como la luz de la luna.
Hay días
en que me asalta esa sombra que me sueña
y la eterna presencia en mi espejo negro
(desnudo enigma que consuela mis secretos).
Hay días
en que debo quedarme sin saber por qué
en que camino por la casa sin abrir la boca
resistiendo así, precisamente así.

Hay días
en que nada de cuanto existe me pertenece
nada de mi pasado, nada de mi futuro
si acaso tu mirada...
Hoy ten cuidado conmigo. Ven,
cerremos las ventanas y no me dejes salir
mira que ésta es una de esas mañanas
que sorprende a los guerreros sombríos.

(c)Waldemar Verdugo Fuentes.

14 de diciembre de 2008

Palabras Al Lector

(Fragmentos de “El mundo que amo”)

Di tiempo a mi memoria
para que cumpliera su primero y más
apremiante oficio: olvidar.
Aquí el aire parece transparente,
tengo miedo hasta de pestañear.
Pienso hasta donde terminan los gestos.
Tal vez si cambio la mirada
provoco en el mar el nacimiento
de una caracola... lo hago.

PALABRAS AL LECTOR.
1
Interior de mi mismo
Espíritu de este oscuro enigma
Supremo y misterioso
Fuerte y altivo porque me sueñas
Sabio porque permites que te sueñe
Tú, lector, cercano
-mi semblante-
cómplice de las noches que me robo.
Vamos cabalgando en un dragón.

2
Para ti me vestí esta mañana.
Por ti afeito el rostro de mi cuerpo
por ti emprendo jornadas sin término
por ti agoto mi alma en estériles esfuerzos,
en vanos deseos y ambiciones.
Por ti hago las cosas como si no las hiciera
por ti he renunciado a todo y a mi mismo.
Por ti medito sin cesar:
¿estoy acaso muerto
acaso vivo?
Por ti voy a la Escuela de los Adivinos,
por ti pongo música y quemo incienso
mientras voy destapando cofres.
Por ti sigo siendo un hombre libre
por ti me huyo en el sueño.
Por ti descubrí el movimiento de la puerta:
una vez abierta
una vez cerrada.
Por ti lector. Tú que terminas de leer
(me pregunto cómo será sin ti lo que escribo).

3
Yo, que siempre quiero huir
que he trabajado mis mejores años
que en verdad no estudio ni pienso y solo hago
que creí que la familia era eterna
que no acepto consejos casi de nadie
que me dejo influenciar rápidamente
que lloro cuando no debo hacerlo
que no soy tal cuál parezco ser
que llego siempre a la hora
que he amado sin ser amado
que me han amado sin amar
que me desespero por cosas
que enumerar sería terrible.
Que me invade un orgullo definitivo
que seguirá toda la vida así.
Que puedo estar quieto como una piedra
que he recibido y nada he dado en cambio.
Que si no escribo siento estar en prisión
que aún engrilletado del suelo me levantaré,
y me seguiré riendo de mí, y de ti, lector,
hasta el fin de nuestro tiempo.

4
Cuidemos bien este instante
porque nuestro momento es la vida,
la esencia misma de la vida.
En este leve transcurso se encierran
todas las realidades y las variedades,
toda nuestra existencia, el goce de crecer,
la gloria de la acción inteligente,
misterioso poder, delicia del corazón.
El ayer es un sueño y el mañana tan solo
una loca visión de la mente.
Pero este instante, este preciso instante
hace de cada ayer un sueño y
cada mañana sola ilusa visión.
En nuestro leve instante
encerramos el universo
formamos de puro placer este mundo
porque no existe lo que no trae placer
mi amor... mi vida...
¡ah! ¡mi pensamiento!

(c)Waldemar Verdugo Fuentes.

27 de noviembre de 2008

EL VERDUGO PERFECTO.

Eclipse del 11 de julio de 1991.

Estando en esta Ciudad de Cabo San Lucas, se convirtió el día en noche, tal como había sido profetizado por el oráculo Maya como “la profecía del día oscuro”. Aún deberán transcurrir entre cien y doscientos años para confirmar las innumerables pruebas científicas que se hicieron. Las encuestas populares indican que solo algunos se interesaron por observar el apagamiento del sol, que la televisión mexicana proyectó en directo al resto del mundo, sin embargo, quienes estuvimos en Baja lo calificamos “una maravilla”.
El interés por el eclipse fue mayor entre los niños y los hombres de ciencia. Aunque todas las agencias noticiosas dieron cuenta del hecho: la UPI, por ejemplo, anotó que “la Luna se interpuso al Sol en la Península de Baja California, en las Costas del Pacífico mexicano, primer punto de la tierra americana. La temperatura en Baja California comenzó a descender pero el cielo estaba completamente despejado en las ciudades de La Paz, San José del Cabo y Cabo San Lucas... El cielo oscureció en las ciudades conocidas por sus hermosos atardeceres, las cámaras comenzaron a hacer click, las aves enmudecieron su canto creyendo que había llegado la noche, las gallinas cacarearon y los leones marinos buscaron a gritos a sus parejas...”
“Es una experiencia mística”, dijo Jeff Cole, músico de Atlanta. “Tú sabes que el alineamiento gravitacional va a tener efectos. Esto es pura física.” Los científicos estaban emocionados. Jorge Ledesma Vásquez, de la Universidad Autónoma de Baja California, reconoció que este eclipse dio datos suficientes para mantener ocupados a todos los hombres de ciencia “en los próximos diez años”. Según la agencia EFE el eclipse “fue calificado como una maravilla por los centenares de astrónomos que lo observaron en el volcán Mauna Kea, de Hawai". NOTIMEX informó que “científicos mexicanos y estadounidenses lanzaron un cohete con una sonda -el Aztlán Víper III-A- que analizará efectos del fenómeno”. En Santiago de Chile (donde la Luna tapó apenas el tres por ciento del Sol) el astrónomo Herbert Wroblewski, de la Universidad de Chile, dijo a Radio Cooperativa que el eclipse, para los científicos que estaban en el área de ocultamiento total tiene enorme importancia, ya que lo que realmente interesa es analizar un apagamiento total. Cuando esto es posible, como experimentaron los científicos que se trasladaron a Baja California ahora, se recaban datos para conocer, por ejemplo, las causas que producen las tormentas y turbulencias en el astro. Es un eclipse total de gran importancia para el desarrollo de la astronomía, física solar o física terrestre. Se aprovecha la oportunidad de estudiar las fluctuaciones de la ionosfera y su efecto en las comunicaciones. También se analiza la corona solar, que se hace visible solamente en estas oportunidades, y la cromosfera solar. Además, es una oportunidad de estudiar el efecto Einstein, que se refiere a la desviación de la luz por efecto de un campo gravitacional poderoso”, acotó.
En la historia de la Naturaleza, este eclipse ocupa un sitio de privilegio. Otro fenómeno similar, hace 2406 años, marca el inicio de la ciencia astronómica. Y aún antes, como sabremos, enmarca el instante en que un semejante descubrió que la vida no es en vano. El de ahora duró siete minutos y dejó a oscuras una faja que incluyó Hawai, Centroamérica, Colombia y gran parte de Brasil, siendo esta zona de Los Cabos el sitio en que se centró el fenómeno. Por ser la Península de la Baja California la mayor altura de la columna terrestre Norte-Sur, en la zona de epicentro del ocultamiento solar, fue este el punto afectado. Y se ubicó entre la Longitud 0.100̊ de Greenwich, Meridiano Este 120, y el Paralelo Norte 31 y el Trópico de Cáncer, siendo su triángulo sostenido por el Cerro de la Encantada (3.069 metros) y el Pico Sierra Blanca de Nuevo México (3.659 metros) en dirección al Cerro de Santa Genoveva (2.406 metros), donde se encuentran las aguas del Golfo de California y el Océano Pacífico. Apunta en la ubicación 110-23.7 de la Falla de San Andrés, produciéndose el oscurecimiento álgido sobre esta Ciudad de Cabo San Lucas.
Desde hace algún tiempo los investigadores se preparaban para este eclipse, para estudiar sus efectos en la Tierra, en el mar. Y para aplicar la tecnología más adelantada de nuestra civilización y verificar aspectos cósmicos; como la distancia a que estamos de nuestra fuente de luz, calor y vida (150 millones de kilómetros) y su tamaño cien veces mayor que el de la Tierra. Este oscurecimiento transitorio de nuestra estrella más cercana, por interposición del Satélite Mayor, de hecho, marca la fuerza objetiva de razonamiento que creó el primer flujo de intereses astronómicos, que se produjo durante otro eclipse total de Sol ocurrido el 28 de mayo del año 585 antes del nacimiento de Jesucristo. Se dice que el punto neurálgico fue, entonces, el área del campo en que guerreaban Medos contra Lidios. Cuando ambos ejércitos antiguos combatían, en medio de la batalla, el Sol se apagó poco a poco sumiéndolos en la oscuridad unos instantes. La crónica asegura que cesaron de luchar de inmediato: tal fue el asombro de los hombres. Cuando ese mundo supo que este fenómeno había sido anunciado por el sabio Tales de Mileto, antes de que ocurriera, comenzó el estudio oficial de los cuerpos celestes y sus evoluciones.
Un eclipse similar se produjo en la última hora de la tarde del año 33 del calendario greco-romano, siendo, entonces, su punto neurálgico el encuentro de la Península Arábiga con el Mar Mediterráneo. En América, en la corte de la Gran Tenochtitlán, ante el emperador Moctezuma se hacía interpretar la Danza de la Pluma por varias niñas, y entre ellas a la representación de Sihuapille “cuya belleza cegaba a quien la veía”, según el códice zapoteco. En los códices, con la imagen de Sihuapille también designan al eclipse total del Sol. La voz “Sihuapille” pertenece al idioma del grupo Otomanque, tronco savizaa, familia Zapoteca, que se habla desde hace 4.000 años en regiones del sudoeste de México, y es una voz que encierra un concepto de dignidad y respeto a lo efímero de la naturaleza humana que algún día es eclipsada.
Se dice que Tales de Mileto (que nació en un puerto de la actual Turquía), luego de este eclipse comenzó a predicar que la Tierra era redonda, idea que apoyaron algunos de sus contemporáneos, como Pitágoras y Anaxímedes. Ellos dedujeron que si a simple vista era redonda la forma del Sol y de la Luna, así debía ser nuestro planeta. Aún debieron pasar 2000 años para que esto se comprobara. Hay mucha gente que teme a los eclipses, y se alarman pensando que trae calamidades consigo. Esto corresponde a cierto sentido trágico de la existencia, y a la asociación de nuestra vida con la luz del día y un eclipse es la sombra de la noche, que tememos. Su cariz misterioso es reflejo de la incógnita de la existencia antes del Gran Soplo, cuando todo estaba cegado a la Luz, o después, cuando naturalmente nos apagamos. Desde siempre el hombre ha combatido la oscuridad usando una sola arma de defensa: ascendiendo luz de artificio, como una hoguera o un foco eléctrico. Biológicamente la naturaleza terrenal solo soporta unos pocos días en penumbras, pero más allá se desintegra. O sea, físicamente un eclipse es contrario a la vida, pero es efímero y las horas de la noche o la sombra larga polar las iluminamos con nuestro propio ingenio. Este eclipse del 11 de julio de 1991 equivale al retorno de un mito en la memoria histórica de la humanidad, y nunca antes la ciencia estuvo tan preparada técnicamente para recibirlo. También es nuevo el espíritu de nuestra civilización, que recrea los mitos a imagen y semejanza de sus propios sueños, transmutándolos en el propio perfume del pensamiento de la época.
Para las ciencias oníricas, soñar un eclipse es indicio de cierta visión dolorosa de la vida dentro de la búsqueda del equilibrio. En las ciencias sicológicas llena una página importante del estudio de la mente humana y la causa de sus actuaciones, llegando algunos a decir que las disfunciones mentales son consecuencia de cierto elemento desestabilizador entre la luz y sombra que recibe el paciente. Para su sicoterapeuta el afectado está ciego a la luz de la realidad y se desenvuelve en un mundo oscuro, desconocido para nosotros. Es esto, justamente lo que ha hecho recomendable el uso de mucha luz en las clínicas siquiátricas, especialmente la de la claridad natural que da el aire libre. El eclipse de la luz también inspira actuaciones oscuras en la siquis humana, así hay hombres que se auto-cegaron, como Demócrito de Abdera, que en una plaza pública arrancó sus ojos “para no ver tanta belleza que no deja pensar”, y enseguida descubrió el átomo, diciendo que "todo lo vivo está compuesto de partículas indivisibles, demasiado pequeñas para reconocerlas a simple vista, indestructibles y eternas". Es poco verosímil, en verdad, que alguien pueda subsistir en la oscuridad más allá que la de la imaginación. Ya Borges señaló el error de creer que los ciegos no ven: ellos ven un color que puede ser azulado, verdoso o plomizo, nunca la oscuridad total. Otros ciegos ven el color amarillento o de la niebla, pero no el de la luz: una persona que estuviera obligada a ver siempre el blanco total o el negro total, terminaría por perder la razón. Fisiológicamente es la razón de la necesidad del sueño cada ciertas horas de actividad. Hay pensadores como Herman Hesse, para quienes el hombre encierra una justa medida de luz y sombra, y es dentro de ese equilibrio en el cual debemos intentar vivir. Ciertos gnósticos plantean que la vida del ser humano transcurre como un lento día hacia la noche, irremediablemente. Para Nietzsche los semejantes “viven en la oscuridad soñando el superhombre que nace del eclipse”. Para los humanistas el superhombre está ya antes, inmerso en la primera luz, un poco, hasta que debe enfrentarse a la Gran luz cara a cara, la luz alquímica que nombra la unión del día y la noche; la luz alquímica es ni blanca ni negra, solo luz. El conformismo actual religioso plantea que esa Gran luz se ve solo en el instante de la muerte, lo que es ciertamente peligroso como arma para sojuzgar que anula búsqueda del ideal, y por ser -según los mortalistas- algo imposible de comprobar. Las religiones antiguas dicen que el ser aún en medio del eclipse, no deja de estar inmerso en la luz primordial: en cualquier instante de la vida estamos inmersos según derivan las escuelas de pensamiento Positivistas. Todas las ciencias de la medicina sicológica y algunas de la física, como las químico-farmacéuticas, derivan de la idea ancestral de que la luz forma parte de nuestros componentes. Sin embargo, solo en el siglo XX se ha descubierto que hay ciertamente un elemento desconocido que abandona el cuerpo al final, y que pesa aproximadamente un 0,1 del peso total: se ha fotografiado y semeja un espectro de luz, ¿se le podrá manejar?. Quién sabe, se estudia. Hay quienes piensan que, francamente, somos manejados por la luz, otros se niegan a creerlo y buscan su propia luz, cualquiera que sea la idea de luz y sombra que se tenga.
Ahora, voy a recordar para usted, lector, mi amigo, una historia que leí, o quizás oí no sé dónde acá en Baja. El hecho ocurrió el primer día que hubo un eclipse total de Sol, o sea, como ha de suponer esto ocurrió hace muchos años. Tal imprecisión de la fecha no lo es en cuanto al escenario en que se desarrolló el hecho: la California interior, uno de cuyos pasadizos se encuentra en la Sierra de San Lázaro, donde reinaba el altivo Pericué Batur, cuyo nombre era temido a lo largo de la península, en el norte y entre las gentes de este y el otro lado de los mares. Su pueblo amaba todo en el soberano, excepto su desagradable afición a decapitar una veintena de personas por día.
El encargado de cumplir tan repudiables ordenes del rey, era el hoy recordado Pericué Gheghen, que en ese instante del eclipse primero inflamó de fe su corazón y salvó la cabeza del pueblo, sin, por ello, desobedecer las ordenes superiores. El Verdugo Gheghen se instalaba al pie del patíbulo recitando textos ya antiguos entonces, para desviar la atención del condenado a su espada. De súbito, decapitaba tan violentamente que el muerto apenas alcanzaba a enterarse del trance. Cuando transcurrieron veinte años de practicar su oficio, Gheghen descubrió que no era lo que se dice estrictamente feliz: pese a su trabajo decidido había algo que asediaba inoportuno su conciencia. El creía en la perfección absoluta. Y lograr dar un golpe de espada tan definitivo que la cabeza del condenado, por inercia, no alcanzara a caer de su tronco, lo consideraría perfecto. Quería ser tan rápido en su acción, que la misma naturaleza ni siquiera alcanzara a percibirlo. Siguió otros treinta días ejercitándose vanamente, buscando el golpe preciso. Cuando llegó el día del primer eclipse, Gheghen se levantó intranquilo, menos feliz que otros días, y se dirigió a su trabajo. Cuentan que llegó El Que a Sí Mismo se Inmortalizó (como lo nombran aún) y avanzó cantando versos, y, cuando iba a dejar caer su espada sobre el hombre condenado, en ese preciso instante, todo se oscureció. No vio nada pero se movió limpiamente y ¡oh dioses! En la huida de la luz supo que se había cumplido su sueño: sintió que su espada había traspasado la materia sin alterarla un ápice. Cuando llegó nuevamente la luz, una sonrisa agradecida cambiaba la severidad de su rostro. El condenado, entonces, le rogó que pusiera fin a su martirio de una vez, y que lo decapitara. Entonces, el Pericué Gheghen, con la más espléndida cortesía aprendida en la corte del rey, dijo al muerto:
"-Ya ha sido usted servido. Puede inclinar la cabeza... si lo desea. Pero recomiendo a usted esperar para hacerlo".
Desde ese día, en aquel reino de la California interior, los condenados a muerte por el rey, salían de su decapitación muy erguidos: confiaban en tal certero golpe. Lo demás lo dejaban al propio arbitrio de la naturaleza que en pocas horas restituía sin más las huellas de la espada.

Fragmento de Viaje a Baja California.
(C)Waldemar Verdugo Fuentes.

8 de noviembre de 2008

De Resiliencia.

DE RESILIENCIA Y ENERGÍA.
La Resiliencia es el proceso de adaptarse bien y superar la adversidad, las amenazas o fuentes de tensión que nos impactan a veces en la vida. Se aprende la resiliencia en un proceso que requiere tiempo y atención pues compromete a la persona a adoptar conductas, pensamientos y acciones para lograrla. Una manera de graficarla es comparándola con un mono porfiado: se cae cuando le pegan, pero vuelve a levantarse, sin daño. No es una característica que la persona tiene o no tiene: mediante dedicación todos pueden desarrollar resiliencia, y a todos le resultará mucho más sencillo de lo que imaginan. Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades, sino que sabe superarlas, especialmente aquellas señaladas como TEPT, que es un trastorno de estrés pos traumático que, según cálculos estimados, sufre una persona al menos dos veces en su vida. Es un tipo de problema relacionado con la ansiedad humana. Puede ocurrir después de una experiencia traumática, como un desastre natural o un accidente que amenaza la vida de la persona, o por una pérdida de ser amado o luego de descorrer un velo y descubrir un hecho que nos impacta profundamente. Es decir, la vida está llena de sorpresas y una persona lo comprueba, al menos, unas dos veces en su experiencia, con sus respectivos síntomas.
Un síntoma del TEPT es cierta impotencia, y la ubicación exacta del resorte que lo produce en nuestro sistema se desconoce, aunque sabemos que implica factores sicológicos, genéticos, físicos y sociales involucrados, que crean el trastorno que nos produjo el hecho cambiando la respuesta de nuestro cuerpo ante la situación, al afectar las hormonas de estrés y los neurotrasmisores, estos químicos que trasmiten la información entre los nervios. El TEPT dificulta el afrontar y reponerse al trauma y con frecuencia sus efectos se sienten meses después de ocurrido el hecho. Los síntomas son tener escenas retrospectivas en la mente del hecho traumático, apartarse de la gente que se lo recuerda, no ser capaz de recordar partes del suceso, no sentir nada o sentirse completamente desconectado de los demás, dificultad para dormir, estado irritable, enojo, pérdida de la autoestima, actuación que afecta el desempeño laboral o la interacción social, temor a estar solo, a perder el control en un lugar público, temor a estar en lugares de difícil salida, permanencia solitaria en el hogar por periodos prolongados de tiempo o su contrario: temor a estar solo en el hogar, sentimiento de indiferencia o alejamiento de los otros, sentimiento de abandono, sensación de que el cuerpo es irreal, dependencia de los demás, ataque de pánico inusitado, sentir que el medio ambiente es irreal, temperamento inusual o agitación o miedo a la muerte o a volverse loco o desinterés por la vida, consumo de alcohol o drogas para combatir la ansiedad. No todos estos síntomas denuncian el TEPT, pero si cualesquiera de ellos persisten se debe buscar la solución. Que la persona desarrolle o no este trastorno depende siempre de la fuerza con la que se le enfrente, por decir así, depende de la calidad de la fe con la que uno soluciona los problemas en la vida.
En cuanto a ejercicios efectivos para lograr resiliencia y superar cualquier trastorno de estrés pos traumático, una técnica recomendada por el viejo Carlos Castañeda era lo que se ha llamado “desensibilización sistemática”, que recomienda la utilización de la calma a través de la relajación y uso de la imaginación para enfrentar los componentes del hecho traumático, poco a poco enfrentando lo ocurrido con la perspectiva del presente, hasta concentrarse en las cosas que realmente importan y que se relacionan con el aquí y el ahora, “a lo pasado pisado” decía el maestro Castañeda. Tomando medidas para mejorar la autoestima y el entrenamiento en destrezas sociales pueden ser de utilidad. Desarrollando la capacidad para hacer planes realistas siguiendo los pasos adecuados para llevarlos a cabo. Trabajando una visión positiva de sí mismo y confiando en nuestras fortalezas y habilidades, siendo uno mismo rescatando o creando relaciones de cariño y apoyo dentro y fuera de la familia, conviviendo con personas que provean modelos a seguir y que ofrezcan estímulo y seguridad.
Algunos relacionan la resilencia con la fe y es así como yo la veo, lo que no significa no actuar, es hacerlo brindado al acto de hacer. Es cierto que no se puede evitar que ocurran eventos que nos producen la sensación de estar viviendo una crisis con obstáculos insuperables, los que se deben aprender a enfrentar cambiando la manera de interpretarlos y la forma de como reaccionar ante ellos. Para esto hay que insistir en no quedarse pegado en el pasado, viendo el presente mirando hacia el futuro, pensando que este será mejor. Aceptando que el cambio es parte de la vida, y no es posible alcanzar ciertas cosas, enfocándonos en alcanzar las metas que podemos lograr aquí y ahora, y moviéndonos hacia ellas viendo aquellas cosas que podemos lograr para llegar, una cosa cada vez. Nuestras acciones deben ser decisivas, manteniendo tranquilidad ante la situación adversa. Tomar decisiones ante un posible TEPT intentando la resilencia es siempre mejor que ignorar los problemas y esperar que desaparezcan solos. Tomar decisiones es buscar oportunidades para descubrirse a si mismo, que en general como resultado de la lucha contra la adversidad la persona crece internamente y aprende a cuidarse externamente. Debemos confiar en nuestro instinto, manteniendo las cosas en perspectiva, aún enfrentados a eventos muy dolorosos, cuando es mejor intentar considerar la situación en un contexto más amplio, abriendo nuestra perspectiva a largo plazo si es necesario. Nunca perder la esperanza. Una visión optimista permite esperar que ocurran cosas buenas en la vida. Tratando de visualizar lo que se quiere, en vez de preocuparse por lo que se teme. Cuidando de nosotros mismos, prestando atención a nuestras necesidades y deseos, adoptando una actitud física de atención que nos prepara de inmediato ante una situación que nos aflige.
Otra forma de actuar enfrentando un TEPT intentando conseguir resiliencia es aprender a lidiar con aquellos que se nutren de la energía ajena, esas ciertas personas que se caracterizan por creer que el resto sólo existe para satisfacer sus necesidades. Son personas-esponja que no absorben agua, sino la energía ajena, tienen egos enormes y pueden estar en la casa de al lado, en el escritorio de la oficina más próxima, bajo el mismo techo e incluso compartiendo la misma cama. Personas que una vez que han ganado nuestra confianza y afecto, pueden quitarnos toda la energía emocional. Estas esponjas en general tienen el poder de la seducción, son personas conversadoras y gentiles, pero capaces de absorber todo el ánimo vital de quien esté más cerca. Con ellos se hace necesario definir límites y practicar la discreción, porque utilizan vínculos de carácter utilitario, siempre predominando la búsqueda de solucionar sus propias necesidades utilizando a los demás. Se dice que siempre hay uno cerca, y debemos estar alertas para reconocerles, lo que se consigue por su inconstancia, porque tienen dificultades para asumir compromisos, siempre buscan nuevas parejas y son inestables profesionalmente, viven de la dedicación de los otros, pero abandonan cuando consideran que obtuvieron lo que podían conseguir; son teatrales y planean cuidadosamente cada palabra y gesto, hacen cualquier cosa para ser el centro de la atención y adulan a sus superiores, con la estratega de lograr la confianza ajena, que una vez conseguida, está listo para utilizar en su favor. Se creen la persona más inteligente y talentosa, persiguen los símbolos de estatus y de poder, son de difícil trato y despliegue de autosuficiencia, nutriéndose de la destrucción de la auto estima ajena, pues poco a poco se sentirán en la obligación dada la confianza que nos tiene de advertirnos nuestros errores, que será cada uno de nuestros actos en su presencia. Estas personas-esponja son aquellas que a veces llegan de visita a tu hogar, se beben tu vino y comen tu pan y luego se quejan de que no tienes cigarrillos. Son personas obsesivas, no admiten pequeños errores y sienten gran placer al sacarlos en cara, desean que todos sean perfeccionistas no siendo cosa alguna suficiente para ellos, que creen que hay segundas intenciones en todo lo que otros dicen o hacen, porque creen que nada en la vida es obvio o simple, obligando a las personas que conviven con ellos a ser muy cuidadosos, así consumiendo la paciencia y energía de los otros.
Se dice que estas personas-esponja no tienen solución clínica ya que no consideran que sus conductas son anormales, sin embargo, entre ellos se encuentran esquizoides, paranoides, histriónicos, obsesivos y narcisistas, entre otros, rasgos que constituyen trastornos cuando son la forma normal de enfrentar al mundo. Porque no es menoscabo tener un poco de obsesión para llevar a efecto la labor iniciada, ser un poco histriónico para comunicarse y entretener a los amigos o un poco paranoico para estar alerta contra agresiones y conflictos, y cierto narcisismo suficiente que permita ser independiente de los grupos y de su confirmación. Siempre manteniendo cierto sentido ético de la vida, lo que será suficiente para detectar a estas personas negativas, a quienes una vez identificados se debe dar crédito a sus actos, pero no a sus palabras o promesas, no aceptando sus excusas interminables, estableciendo reglas de convivencia, no transformándose en su confidente, estar atento a sus segundas intenciones en lo que dice y hace, no dando crédito a los hechos que relata sin pruebas fehacientes, no esperando de una persona-esponja favor gratuito alguno, ya que siempre va a querer algo a cambio, y no caer en la tentación de escudarlos que la única manera de aprender es experimentando las consecuencias de nuestros propios actos. A lo más encomendarlos a Dios, que Dios así como salva el metal salva la escoria. Se dice que los seres vivos percibimos la realidad a través de la energía que nos permite existir, desplazarnos y estar en sintonía con el mundo que nos rodea. Se coincide en decir que esta energía es la materia prima que compone todo lo que existe, y que en cada ser se expresa en forma única, lo que es como bendición, aliento u origen de vida. Es la esencia que unifica todo lo que existe y a la vez lo hace único, y en lo que a nosotros respecta, encerrados en nuestra piel humana, tangible pero sensitiva y emocional. ¿Quién no ha sentido alguna vez? Esta energía es la que debemos cuidar que no nos sea absorbida por ciertas personas.
Somos aliento, transmutación, composición, origen, ciclo, renacimiento y evolución. Sabemos que esta energía trasciende de cada uno y nos rodea, ocupando un lugar en el espacio que es posible capturar en imagen a partir de las investigaciones del ilustre Semyon Dadidovich Kirlian y su esposa Valentina, que inventaron en 1930 la cámara necesaria para fotografiarlo, mejorada por otro investigador ruso ilustre, el doctor Konstantin Korotkov, del Departamento de Física de la Universidad Estatal de San Petersburgo, que ideó las cámaras computacionales GDV (Gas Discharge Visualization), que aporta pruebas suficientes para afirmar que esta cierta energía que rodea a los seres humanos posee características propias, que fluctúan de acuerdo con el estado de salud emocional, física y mental individual, imperceptible a muchos de los receptores sensoriales y perceptivos humanos, que en verdad sólo conocemos a nuestros semejantes como ellos a nosotros: a través de nuestras obras, tal cual está escrito: Por sus obras los conoceréis. Sin embargo, según me decía el doctor Octavio Barona en México, es posible que todos los animales inferiores tengan la capacidad de percibir esta energía individual que envuelve a cada persona, según es cada cual, en especial aquellos más cercanos al hombre, como perros, gatos y caballos. Para él era importante esta cierta relación entre el aura o energía que hermanaba a todos los seres desde un punto de vista espiritual y de igualdad, pero también le parecía que su mayor conocimiento a través de la tecnología y la experimentación era posible ocuparla como herramienta para diagnosticar cualquier enfermedad humana, porque es la fuerza vital, la existencia misma del cuerpo en nuestro paso por la vida, donde la almacenamos, la utilizamos, la desperdiciamos y de ella depende la capacidad de ejecutar cualquier acto, evento, pensamiento y demás, en que se incluye el todo y sus partes. Consideraba que la salud humana descansaba en el equilibrio de esta energía, y la ciencia debía ponerse al servicio de la búsqueda de este equilibrio sanador. A él se deben los primeros bocetos a partir de la cámara de los Kirlian, y que hoy inspiran máquinas como el TAC (Tomografía Axial Computarizada) y la resonancia magnética. Para el ilustre doctor Barona, en su campo de investigación, ocupaba un lugar importante el estudio de esta resiliencia a través del despertar de la energía individual, posible de medir y controlar, algo que lo llevó finalmente a vivir muchos años en China y acercarse al camino del Tao, el eterno no impedir que el agua fluya libre y generosa, sin afán innecesario en lavar cada mañana las alas de los cisnes que son naturalmente blancos y limpios.
Es cierto que cada ser vivo en el universo tiene su propia frecuencia vital, que desde siempre se susurra que los seres humanos somos los seres más perfectos de la creación, y en algunos libros sagrados está escrito, no en vano en el libro bíblico de Génesis se lee que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios. Quizás de ahí mismo viene esta energía resiliente que parece no ser positiva ni negativa, pero de tal poder que puede mover a un solo ser humano a causar caos y destrucción o equilibrio y construcción. Es decir que esta energía humana parte junto con la naturaleza original, anima todas las funciones: físicas, mentales, emocionales y sicológicas; su nivel y poder dependen del estado general de cada uno; nos conecta con todo lo que existe y existe en todo. Se comporta como una energía vital particular de lo cual se hace universal, actuando y cohesionando el todo y sus partes. Es corazón, soplo, vapor de agua, y motor constituyente y esencia que se transmuta pero no se crea ni se destruye, sólo cambia pues nace de alguna fuente y retorna a ella.
La resiliencia es más que un término, un concepto sobre la energía invisible que circula por el cuerpo y lo alimenta, pero no circunscrita a este sólo propósito, pues es una energía evolutiva que permite el cambio aspirando a un mayor grado de conciencia. En verdad, gran parte de las técnicas de sanación energética de hoy están basadas en las culturas antiguas, que sustentan su conocimiento en esta energía humana buscando el equilibrio y la armonía de la misma. Insinúan que las tres fuentes principales afines al cuerpo humano son los rayos del sol, el aire, la tierra y el agua. Se dice que basta con apuntar al sol las palmas de nuestras manos abiertas para recargarnos, por decir así. Como un buen baño limpia el cuerpo y anima. La Madre Teresa lo primero que hacía a quien llegaba a su presencia era ofrecerle un vasito con agua: decía que el agua era sanadora por excelencia. Ella enseñaba a ser agradecido, con Dios, con la vida que nos da la oportunidad de experimentarla. Enseñaba a gozar la naturaleza, al que nada tiene con cosas tan sencillas como levantar la cabeza y mirar las estrellas o los arreboles en el cielo, a escuchar el sonido del agua, a percibir el olor de una flor, a caminar descalzo si es posible, a sentir la tierra que pisamos. Hablaba de aceptar la realidad como es buscando la manera positiva de relacionarse con ella, disfrutando los buenos momentos y sobrellevando los malos. Hablaba de compartir, no solo las cosas buenas sino también las malas, por eso hizo saber al mundo entero que había gente muriendo de soledad y niños de hambre en las calles. Cuando hay problemas y se pueden compartir con alguien se hacen más livianos, y en ocasiones en este proceso nos damos cuenta de que nuestro TEPT particular es una minucia, y de hecho podemos manejar como una herramienta para lograr la santa resiliencia, que me han pedido describir muy brevemente y termino con este punto final.
© Waldemar Verdugo Fuentes.

6 de noviembre de 2008

Dorothy Lamour y Salvador Elizondo.



Conversando con el escritor mexicano Salvador Elizondo, me aconsejaba que antes de escribir, hay que saber exactamente cómo se expresaría de viva voz lo que se tiene que decir. Escribir debe ser sólo una imitación de la vida -decía él-. La riqueza de la vida también se debe traducir por la riqueza de los gestos. Hay que aprender a considerar todo como un gesto: la longitud y la cesura de las frases, la puntuación, las respiraciones; También la elección de las palabras, y la sucesión de los argumentos. Sin embargo, debo escribir, a manera de reporte, en esta escritura inmediata, que amigos mexicanos comienzan a apoyar los “Cuadernos” del escritor, que comenzaron a ser editados ahora, cuando ya no está. Me dicen que les envíe una copia de mi entrevista que le hice para Vogue, y el volver a esa época de mi estancia en la Ciudad de México, cuando lo conocí, me trae un aroma fresco aún a calidez humana. En esos días también fue que conocí al viejo león John Huston, por quien fue que llegué a la actriz Dorothy Lamour.
Esto, a propósito de que también recibí noticias de los hacedores de la página oficial de la estrella norteamericana pidiendo mi autorización para subir la entrevista para Vogue que le realicé. Ahora, cuando han pasado tantos años, siento mi apetito y los sentidos saciados con unas cervezas que nos tomamos con Salvador Elizondo en su casa, y con un exquisito sandwich de carne blanca y verduras que para mi solito preparó Dorothy Lamour, lo que no es poca cosa para uno, y justifica estas noticias de ellos, a quienes doy gracias en estas líneas, por su estatura humana a pesar de ser ambos inmortales en su quehacer de cada día.

ENTREVISTA A SALVADOR ELIZONDO
http://salvadorelizondo-vogue.blogspot.com

ENTREVISTA A DOROTHY LAMOUR
http://dorothylamour-vogue.blogspot.com

18 de octubre de 2008

Recuerdo de Ylenia Carrisi Power.


Según los datos de la Organización Mundial de Salud para nuestros países de América, desaparecen anualmente unas tres mil personas; en Norteamérica una tercera parte de ellas. He sabido de la respetada amiga mía Romina Power, cuya hija Ylenia Maria Sole Carrisi Power, va cumplir veinticinco años de desaparecida, durante un viaje a Nueva Orleans, donde fue que supieron por última vez de ella cuando les habló desde el hotel Le Dome, el mismo en cuyo bar Charles Bukowski tomaba sus cervezas. Ha transcurrido un cuarto de siglo, pero Romina nunca perderá las esperanzas de que su hija aparezca y no siga viviendo en las frías cifras de una estadística. El padre de Ylenia, el amigo Albano, uno de los artistas italianos más queridos en Latinoamérica, en cambio, cree ahora que su hija pudo suicidarse durante un periodo difícil de su vida lanzándose a las aguas del río Mississippi, el padre de las aguas, según testimonios rescatados con la policía de Nueva Orleans. Por Linda Christian conocí a Albano y Romina, ahora separados, en mejores tiempos para ellos, cuando llegaban a la Ciudad de México en plan de trabajo o familiar, por residir Linda en el Distrito Federal, con quien hace unos años me pidieron conversar largamente para Vogue en una entrevista que se convirtió en parte de sus memorias.
Romina, que es una de las mujeres más delicadas que he conocido en mi vida, de las más dulces en su trato y gestos, diría yo, nunca ha perdido sus esperanzas. Y el adiós de Ylenia Carrisi tiene el inconfundible aroma de una huida a ninguna parte, de la que se regresa sólo por designio de Dios, a quien también encomiendo al recordarla con estas líneas.

Mi encuentro con Linda Christian en http://linda-christian-vogue.blogspot.com
(En foto Romina Power y Waldemar Verdugo, archivo VOGUE)

14 de octubre de 2008

III Juegos Literarios de Cartagena, Chile.



Alguna vez oí decir al magno Jorge Luis Borges que no era aconsejable escribir hasta que no haya fenecido la emoción. Hoy al mediodía entregamos los premios de los Terceros Juegos Literarios de Cartagena 2008, este año dirigido a estudiantes de cuarto año básico a cuarto año medio; hace unos instantes he regresado a casa, y debo decir que me atrevo a escribir emocionado por la enorme calidez que acabo de vivir, y no espero que decante lo que siento porque creo que también importa esta escritura inmediata, que puede no tener la necesaria perfección del idioma a la que se aspira llegar con el ejercicio, pero preserva otro estado del hombre: el del alma y el corazón y la inteligencia, porque, debo decir, los resultados de estos Juegos Literarios fueron un conjunto de emociones y raciocinio.
El día es claro de cielo y transparente como sólo se ve en estos mares del sur, y hoy parece que las algas que llegan a la orilla de espumas blancas se pusieron de acuerdo para aromatizar con sus perfumes el aire. Las aguas amanecieron de un color celeste igual al cielo y en la distancia parecen subir a lo alto, suprimido el horizonte. La premiación se hizo en la Estación de Ferrocarriles de Cartagena, patrimonio cultural de Chile, un marco ideal para el acto oficial. El tema de este año fue “Cartagena y el Mar”, convocado en tres géneros: Poesía, Cuento y Crónica Histórica. Y me tocó estar en el jurado con mis amigos los escritores Juan Antonio Massone, Poly Délano, Jorge Montealegre y la querida hermana mayor Delia Domínguez, que lo presidió este año.
De un total de ochenta y cuatro participantes, se dieron dos premios por género: a Nicole Guzmán Cáceres, del Liceo Poeta Vicente Huidobro, a Paul Faune Espinoza, Gisella Carrasco y Erika Plaza Acuña, de la Escuela Pedro Aguirre Cerda, y a Carmen Gloria Carrión Gómez y Jonathan Gonzalo Pino Meza, de la Escuela Lo Zárate.
Debo decir que me tocó el alto honor de servir de maestro de ceremonia, según me indicaron hacer. Comenzó el acto con la entonación a viva voz de nuestra Canción Nacional junto al izamiento de la bandera. Estaban las fuerzas vivas, por decir así, de esta capital de la cultura chilena, como los maestros Juan Hernández y Margarita Cartagena, que guían las escuela principales con unos tres mil niños a su cargo, doña Guadalupe Alvarez, la presidenta de la Junta de Vecinos de la Caleta de San Pedro, Teresa Benavente, que preside el Club del Adulto de Cartagena, Carlos Echeverría, presidente de la Unión de Buzos y Pescadores, Manuel Leiva, presidente del Club Deportivo Puerto Nuevo de Cartagena, doña Patricia Alquinta, la directora de Desarrollo Comunitario de la Ilustre Municipalidad, deportistas clásicos como el jugador de fútbol Marcos Cáceres y el patriarca de los buzos chilenos Osvaldo Bornes... don Osvaldo Cartagena Polanco, bajo cuya alcaldía han nacido estos Juegos Deportivos y Literarios y ha sido posible utilizar las instalaciones de la joya que es la Estación de Ferrocarriles para realizarlos, lo que en Chile, sabemos, requiere santos en la corte. Y, organizando esto y aquello, el activista cultural Rodolfo Rodríguez, cerebro coordinador de este magno evento, quien, al final, es quien más trabaja creando un evento que coordina el deporte y la literatura en juegos que enaltecen el espíritu chileno actual en este corazón del litoral de los poetas.
Ocurrió que todo comenzó a transcurrir normalmente, con el acto programado para intercalar saludos, entrega de premios y un breve recital de dos declamadoras, Sabrina Samantha Morales Pérez y Claudia Alejandra Pinto Aguilar, cuyo arte me conmovió y perdí la hilación de los saludos: me reconforta saber que la conmoción artística que envolvió la aparición de cada una de ellas, nos envolvió a todos en un estado de gracia que nos regala a veces la vida, a pesar de cualquier traspié que se pueda cometer. Fue un magno acto preparado con música de fondo a lo mejor de la declamación que es posible oír nada más en circunstancias escogidas por el Hacedor de caminos.
Luego fuimos invitados todos a la sede del Puerto Nuevo junto a la Estación a un cóctel muy rico en refrescos para los niños y vinito para los mayores, con unos canapés abundantes de mariscos y pescados recién sacados del mar, y queques caseros y dulces que más no queríamos. Es muy enriquecedor para mi conversar con la gente joven que se siente inclinada por las letras, y esta ha sido una ocasión especialmente emotiva al acercarse estos escritores jóvenes a comentarme algo que han leído mío sin esperar jamás halago tal, en verdad, pienso que a un escritor un solo lector le da razón a toda su vida, y yo puedo pedir que hoy se me ha dado la gracia de saber que tengo más de un lector. ¿No es para estar emocionado? Por lo demás, pude conversar con gentes del mundo político que necesariamente debe respaldar esta clase de eventos, porque el promover leer y escribir debe ser la primera tarea de un político y acabar con el analfabetismo aspiración fundamental de un pueblo que desea salir del subdesarrollo. Al calor de la conversación alguien comentó con gracia la salida de nuestra Presidenta Michelle Bachelet, hace unos días en Estados Unidos, donde dijo que ellos no tenían golpes de estado porque ahí no hay embajadas norteamericanas. Yo me reí porque evidentemente me parece que es un ingenioso chiste muy anglosajón que debe aún tener riendo a las familias del norte.
Sin embargo, otro dijo que era un chiste de muy mal gusto y que la doctora Bachelet aún no parece entender que debe representar a todos los chilenos y no sólo a los que piensan como ella, criticando abiertamente la condecoración al senador Edward Kennedy diciendo que ofende severamente, a lo menos, a la mitad de los chilenos. Simplemente no correspondía, por un hecho histórico. Alguien afirmó que peor aún fue no haber recibido al XIV Dalai Lama en su última visita a Chile, para no entorpecer las conversaciones de libre comercio con China, que tiene invadido Tibet. Esto último, es cierto, es un error histórico pero fue guiada por los intereses inmediatos, destacó alguien, pero responsabilizar en su propia tierra a los Estados Unidos de la tragedia de 1973, es una broma con falta de autocrítica, pues el "golpe" en Chile fue, curiosamente, apoyado mayoritariamente por la Democracia Cristiana, sus propios actuales aliados de gobierno, así testimoniado por Frei Montalva y Patricio Aylwin entre otros.
Yo me estaba callado, pero pensé entonces, “¿y querían que la doctora hiciera las cosas sola? Esta conjunción de partidos políticos que más o menos han estado apoyando su gobierno es de lo mejor que puede pasar. Que bueno que los chilenos no tenemos ahora esos gobiernos espantosos totalitarios entronados cientos de años, con pensamientos políticos antiguos como las arcas en que guardan lo que históricamente usurpan a su pueblo, y podemos soslayar una cierta diversidad empujando el país. Pensé que el chiste de la doctora, en verdad no ofende a nadie, y al final nadie duda que en los Estados Unidos está el sistema más robusto de generación de ideas del planeta. Donde crearon la Internet (un espacio lo más parecido a una Aleph o a una bola de cristal o a un espejo negro), donde publican unos 300 mil libros nuevos al año y proporcionan ciencia y tecnología al mundo entero. Pensé que el haber vivido unos años en Norteamérica, en California y la bella Nueva Orleans, me daban cierta autoridad para opinar al respecto, pero preferí seguir callado, aunque pude decirles que la izquierda norteamericana, que sí la hay, nunca consideró a Marx como un profeta, sino como a un intelectual más, sujeto a la crítica y al debate. Y que especialmente me llamó la atención comprobar que existen bolsones de analfabetismo en que no es raro encontrar a un vecino que no sabe leer ni escribir, en ciudades grandes como San Diego o Los Angeles, donde tienen universidades con tantos recursos. En verdad, creo que ningún país puede dárselas de desarrollado mientras exista una sola persona que no sabe leer ni escribir.
Y pensé que lo de Kennedy era doméstico, no así lo de S.S. XIV Dalai Lama, Tenzin Gyatso: cuando en Chile supimos que venía y ella no lo recibiría personalmente en La Moneda, quisimos intervenir como todos, y le hicimos llegar un mensaje a la doctora Bachelet a lo que ella respondió que era una cuestión de gobierno, en que se estaba cerrando un tratado con China del que dependía el tránsito de productos utilizando la costa chilena de toda Sudamérica, no existiendo por una situación geográfica otra posible salida para abrir fronteras, y que, personalmente, sentía que el no recibirlo llamaría más la atención hacia su causa con la cual estaba, porque, justamente por ser agnóstica, ella cree que al no poder saberse si el mundo es, en el fondo, espíritu o naturaleza, el llamar la atención hacia su causa inmediata, aquí y ahora, también era su forma de apoyo. Lo que hicimos saber a S.S.XIV Dalai Lama y él entendió perfectamente, enviando a ella un mensaje personal. Por lo demás Tenzin Gyatso venía a trabajar con los lamas que viven en Chile y ver a sus amigos que acá somos muchos y porque encuentra el clima de Santiago en particular lo más parecido al de Llhasa la ciudad sagrada, en su Tibet amado...” pensaba yo que quería pasar lo más callado posible, al final me lo había hablado todo de maestro de la ceremonia, pero alguien me sacó de mi mismo preguntándome a viva voz: “¿Y usted oiga es de izquierda o derecha?”
Yo dije, bien pausadamente y claro, luego de tomar un sorbo de mi vino: “En realidad, para mi la diferencia que existe entre la izquierda y la derecha es la misma diferencia que existe entre la caca de gato y la caca de perro, que mientras el político no ejerza su oficio de servidor público es la misma mugre. Que en lo que a mi respecta, pienso que la solución a los problemas del mundo está en hacer bien su trabajo de cada cuál. Que si cada uno se dedica a hacer bien lo que hace, lo mejor que puede, en verdad hace mejor y más justo a todo el mundo que le rodea. Y que desde mi punto de vista, muy rápidamente la Presidenta Bachelet ante esta caótica situación económica mundial, había logrado poner de acuerdo a todos los sectores en esta coyuntura que es necesario enfrentar con unidad, nada fácil en un país en el cual uno levanta una piedra y sale un partido político nuevo, lo que demostraba su calidad de líder, y que, al final, en lo que mi respecta, ella posee una cosa inapreciable: tiene sentido del humor, que siempre es muy saludable”, algo en lo cual al fin todos estuvimos de acuerdo y terminamos contándonos chistes algunos de los cuales son aquí irreproducibles, y que me hacen hasta ahora al recordarlos casi morir de risa.
(C)Waldemar Verdugo Fuentes, octubre de 2008.

1 de octubre de 2008

La Cultura Chinchorro de Chile.

Los chilenos hemos vivido convencidos durante años de que somos un pueblo casi sin pasado; o que, si éste existe, es pobre en historia. Solamente a finales del siglo XX los arqueólogos han extraído para nosotros, de las tierras frías del sur del país y de las arenas del desierto profundo del norte, ciudades, villorrios, artefactos inventados por nuestros antepasados, con sus huellas arqueológicas totalmente nítidas pese al transcurso de varios milenios, parte de un rico patrimonio. En el norte chileno se han rescatado momias únicas, cerámicas, fragmentos textiles, herramientas, que nos hablan de una cultura singular. He visitado el oasis San Miguel de Azapa, ubicado en el camino que bordea el valle de Azapa camino al desierto de Tarapacá, a 12 kilómetros de la ciudad de Arica. En el oasis hay mucho que ver, pero dos cosas son imperdibles: comer las aceitunas famosas de Azapa, que son exquisitas, y visitar el Museo, que resguarda uno de los más importantes conjuntos patrimoniales relativos a la arqueología y antropología de Chile, evidenciando un desarrollo cultural de más de 10.000 años de historia: privilegiado con las favorables condiciones climáticas del oasis, está abierto durante el invierno de lunes a domingo entre las 10 y 18 horas, y durante el verano la jornada se extiende entre las 9 y 22 horas. En este Museo Arqueológico y Antropológico Miguel de Azapa, que sostiene la Universidad de Tarapacá, la exhibición comprende mas de 20 mil piezas que cuentan el desarrollo de la población del norte chileno, dividida en tres secciones que comprenden temáticas acerca de la tierra y el mar, costumbres y producción agrícola y artesanal, y el mundo mágico y religioso. Excepcionalmente se preservan restos arqueológicos de la cultura de los Chinchorro encontrados primero a seis kilómetros del lugar, en la Quebrada de Acha a la entrada del Valle, cuyas momias son las más antiguas de la humanidad y denuncian una de las sociedades más complejas del pasado conocido del hombre.
Ha sido ahora una visita de trabajo, de la cual han editado una visión en la página de Patrimonio que se puede leer en http://letras.s5.com/wv290908.html

12 de septiembre de 2008

Susurros de Chile, fragmento.

LA TIRANA DEL TAMARUGAL.

En los desiertos de la zona más árida del planeta, al norte de Chile, donde han brotado pueblos antiguos como la piedra también florecen días de carnaval llenos de colorido para los sentidos y para el alma. Son días marcados de fiesta intensa, insospechada, cuando se celebran algunos cultos religiosos cuyos orígenes se pierden en el Chile remoto y otros que proceden de la historia inmediata, celebrados en fiestas entrelazadas en magnífico sincretismo. Días en que se mezcla el culto mágico con la historia, las danzas, el canto y los disfraces carnavalescos que idolatran figuras que se aparecen invadiendo los oasis que el resto del año son poblados fantasmales.
La más famosa de estas fiestas de carnaval transcurre en el minúsculo oasis de La Tirana, en plena Pampa del Tamarugal, una zona milagrosa de la naturaleza vegetal entre los desiertos de Tarapacá y Atacama, donde se celebra la extraordinaria historia de una virgen que se hizo reina y murió por amor a mediados del año 1535, según está escrito. Este oasis y la celebración de La Tirana se mantienen poco conocidos hasta principios del siglo XIX, aunque siempre se ha considerado un lugar para la oración y el recogimiento con una celebración oficial a mediados del mes de julio en que participan desde un comienzo grupos de baile que preservan tradiciones andinas chilenas, bolivianas y peruanas, ecuatorianas y argentinas; aimaraes, españolas, moriscas y orientales por la influencia de la emigración china que aportó sus costumbres de carnaval desde Perú. En esta zona donde toda posibilidad de lluvia disminuye a cero porque hay años en que no cae una gota de agua del cielo, donde sólo se conoce la neblina o camanchaca del amanecer, aquí la tierra recibe tal fuerza del sol, que el calor deja de importar, no así el frío nocturnal, que hace de las casas un verdadero poblado fortificado de piedra y adobe; casas de puerta de maderas no menos fuertes que los caminos de roca cordillerana. Algunos oasis chilenos son hoy ciudades arqueológicas cuyo origen se perdió en el tiempo, que apenas comienzan a estudiarse con pruebas cerámicas y tejidos vivos rescatados en la arena, que, de alguna manera, hermanan al desierto con los vecinos que han inventado su forma de vivir enfrentando a la nada misma, al frío nocturnal y al calor del día, permaneciendo en pie de pura fe.
La Tirana es un oasis de mil casas habitado por unos quinientos vecinos que son su población normal. Es un verdadero pueblo del desierto del norte chileno, semi habitado, con sus características únicas. Todo se ve limpio, sin embargo hay algo en la atmósfera como al acecho, como si en medio de todo el silencio estuviera a punto de estallar una explosión. La calle principal que arranca de la plaza frente al Templo de La Tirana es a tramos apenas una fachada de madera coloreada, sin techo; otras son verdaderas estampas de otro tiempo, con alerones protectores sustentados en postes de buena madera. Las calles anchas, de suelo apisonado de arena, de adoquines, de piedra andina. Tres días antes de carnaval no se ve un alma en la calle. Es la estampa normal de los oasis, pero, puertas adentro se preparan como cada año para recibir centenares de miles de turistas que harán del lugar el escenario de la fiesta religiosa-folklórica más importante de los pueblos del desierto chileno cuando llegan a rendirle culto a la virgen las cofradías de Arica, Iquique, Tocopilla, Antofagasta y Calama, las cinco principales del desierto de Tarapacá, y las compañías visitantes que llegan desde todos los otros países de Los Andes del sur de América.
En el oasis nos alojamos en el hogar del maestro cerrajero Eusebio Alcalá y su mujer María del Carmen, quienes junto a sus dos hijos y sus propias familias que han llegado para carnaval, como cada vez, cumplirán importantes funciones en las celebraciones. Nos dice María del Carmen: “Mi marido será este año uno de los encargados de numerar las cofradías que lleguen, junto a dos de mis hijos, el Víctor y el Alesio que son maestros cerrajeros como su padre, pero ellos viven en La Serena y vienen para las fiestas. Yo misma me encargaré, junto a tres mujeres más, de coordinar las entradas y salidas de las cofradías de mujeres solas. También con las mujeres de la iglesia nos encargamos de los trajes y mantención. Siempre me han ayudado mis yernas, que desde que se me casaron con los niños se integraron al servicio de nuestra virgencita del Tamarugal, y así le enseñaron a sus hijos. Con mi viejo, somos casi de los más viejos que vamos quedando, yo diría, aunque por acá la gente fácil vive más allá de los ochenta años. De pura fe, digo yo”.
En la noche, en la calidez notable que ellos nos regalan junto al fuego de su hogar, le pregunto al maestro Eusebio su impresión de servir en el carnaval de La Tirana, al cual, como su familia, según dice, ha dedicado una vida entera, y responde: “La fe no es fe hasta que no se vive solamente de ella, como nosotros en esta lejanía de todo. Aquí uno aprende a ser arquetipo de sí mismo, hasta tener conciencia de alma cuando se aprende a estar inmóvil, entregado a su oficio y las fuerzas del cielo, como si a uno lo atrapara a la intemperie una tormenta de arena: la única forma de salvarse es manteniéndose inmóvil, lo más posible acunado en uno mismo, porque no se le puede pelear a la arena brava, cuando sólo es posible avanzar haciendo las cosas como si no se las hiciera, a manera de autodisciplina, sin sistema de reglas y ciencias, solamente disposición a no poseer nada y no ser poseído por nada. La fe a uno lo hace libre, generoso y menos violento y reprimido. Es el dominio de las facultades observando la honradez y un sentido ético de la vida: por mi oficio de cerrajero, que traspasé a mis hijos, estoy facultado para abrir cualquier puerta y entrar en cualquier parte, lo que no puede hacer de mi un ladrón, ¿entiendes? Para alejar la maldad basta con apartar lo que tienes en la cabeza, dar lo que llevas en las manos y no rechazar lo que te suceda. Esta fe, esta especie de sendero inmóvil en que vivimos aquí, es por supuesto sólo uno de los senderos que hay en búsqueda de Dios, que hay tantos senderos como las almas de los hombres, como los granos de arena. Sólo es que en esta celebración de carnaval en La Tirana se adora a Dios como si se viera en el acto de una virgen que murió idealizada en la fe del amor. Aquí en el oasis siempre decimos que para sobrevivir debemos no olvidarnos de actuar adorando a Dios como si se viera, porque si uno no lo ve, es seguro que El nos ve. Aquí tampoco vemos a Dios pero sentimos que existe en el acto de amor de una virgen que sólo siguió lo que sentía su corazón. Yo diría que uno va aprendiendo a confiar en nuestro corazón quien es el que ve, de no ser así nuestra alma no tendría certidumbre en este desierto que está lleno de pura fe”.
. Esta fiesta de La Tirana es una expresión certera del sincretismo religioso-histórico, iniciado a partir de un episodio verdadero ocurrido cuando sale desde El Cuzco en Perú la expedición del Adelantado Diego de Almagro, dispuesto a llegar al remoto reino llamado Chile o Thile, como lo citaban los Incas, que con la muerte de Huáscar y Atahualpa, habían sido derrotados y el fabuloso imperio Inca saqueado, lo que no significaba que todos los príncipes y generales derrotados del Perú hubieran desaparecido: muchos de ellos huyeron por las cumbres andinas y buscaron refugio donde pudieron, incluso adentrándose en los difíciles caminos hacia Chile. Diego de Almagro era un hombre astuto y su expedición estaba formada por quinientos guerreros españoles y diez mil indios portadores de las cargas y ciertos prisioneros de la caída corte incásica que le servían de guías al mismo tiempo que de escudos contra los posibles enemigos en ese remoto reino que mencionaban los Incas; así llevaba en calidad de rehenes al príncipe Paullo Tupac, primo de Atahualpa, y a Huillac Huma, último sacerdote del culto del Sol, que había logrado traer secretamente con él a su hija conocida como Ñusta Huillac, una de las más encumbradas Vírgenes del Sol cuya niñez había transcurrido en la misma corte de Machu-Picchu: tenía veintitrés años y era de una belleza imperiosa y deslumbrante, narran las crónicas.
Asimismo, el príncipe Paullo Tupac y el último sacerdote Huillac Huma habían logrado infiltrar entre los cargadores de la expedición de Almagro a muchos hombres del disuelto ejército imperial, dispuestos a seguir las órdenes que recibieran en un momento determinado. La primera expedición del adelantado Diego de Almagro lo llevó hasta cruzar el valle de Aconcagua y logró llegar hasta la mitad del país, pero la dura resistencia de los naturales chilenos le impidió continuar y tuvo que retornar. De regreso, el inca Paullo huyó sigilosamente una noche a la altura de Atacama la Grande, en la actual ciudad de Calama, y cruzando el desierto se encaminó hacia el Alto Perú, lo que hoy es Bolivia, llevándose junto a él una tercera parte de sus hombres infiltrados en la expedición, con la intención de reconquistar la libertad de su imperio, lo que jamás logró. El sumo sacerdote Huma huyó con el mismo propósito y otra tercera parte de los hombres camuflados a la altura de la quebrada de Tupiza, hacia Lípez subiendo la cordillera de Los Andes. Aprovechando el desconcierto huyó la virgen Ñusta Huillac, con el resto de los hombres infiltrados, que sumarían un centenar, sumergiéndose en los espesos bosques de acacias y tamarugos que entonces cubrían en apretadas arboledas la Pampa del Tamarugal que anuncia el desierto de Tarapacá que significa “escondite” o “bosque impenetrable”: en ese sitio de salvaje belleza selvática a las orillas del desierto la mujer y los servidores a su servicio que lograron huir decidieron esconderse en Chile y quedaron apartados de su pueblo, convirtiéndose ella en soberana durante los cuatro años que duró su reinado.
La tradición escrita y oral narra que la Ñusta Huillac, una mujer criada bajo los estrictos rigores que tenían en su educación las vírgenes del sol en Machu-Picchu, impuso en su reino oculto al mundo sus propias reglas, la primera fue ordenar que ninguno de sus fieles vasallos saliera jamás del espacio que decidió ocupar en el corazón de la Pampa del Tamarugal, dictando con rapidez leyes y reglas de sobrevivencia que ordenó poner de inmediato en práctica, logrando al cabo de un año un poblado modelo ideal que preservaba las tradiciones y costumbres del regio imperio incásico a que habían pertenecido. Pero pronto la fama de su poderío sobre quienes la servían y la extraordinaria belleza que se le atribuía, igual trascendieron los límites que habitaban y se extendió hacia las tribus vecinas chilenas, como los Atacameños y aún los más lejanos Diaguitas, quienes lograron llegar y adherirse a ese reino trasplantado como forma de airada protesta a la dominación extranjera. Así fue que al tercer año de ocupar el sitio la virgen Ñusta Huillac se convirtió en símbolo de lucha contra el invasor español, en sus límites ocultos en el frondoso bosque que hoy se ha tragado el desierto. En su reino conservó la fe incaica de adoración al sol y a sus propios dioses con fervor y rodeada de peligros y asechanzas, viviendo en indómita guerra con todo español o indio converso al cristianismo que traspasara los límites que puso a sus dominios, a quienes ordenaba dar muerte sin temor, lo que, solapadamente entre sus hombres que ordenaba, le valió el nombre de “La Tirana del Tamarugal”.
Al cuarto año de su dominio ocurrió que a los pies de la virgen Ñusta Huillac fue traído un hombre blanco, apresado en las inmediaciones del bosque que escondía su reino. Interrogado, dijo llamarse Vasco de Almeyda y pertenecer a un grupo de mineros portugueses que se había establecido en la cercana caleta de Ique-Ique para explotar una rica mina de plata allí existente, la veta de Huantajaya. Indios del litoral habían enterado a Vasco de Almeyda de la existencia en el Tamarugal de una mina de oro excepcional en riqueza a la cual se llamaba Mina del Sol, y así fue que se atrevió a entrar solo en aquellas tierras frondosas del bosque al cual nadie osaba introducirse. Terminado el relato del cautivo, se reunió el gran consejo a decidir el destino del invasor de tez blanca, y como a todos los enemigos que habían osado llegar según aceptaba la Ñusta Huillac, se le condenó a ser descuartizado vivo.
Sin embargo, esta vez algo había ocurrido en la Virgen desde que vio al portugués: como siempre había asistido ella con expresión impenetrable al interrogatorio y veredicto, pero sus ojos jamás habían visto antes a los ojos de un extranjero invasor en los cuales parecía hundirse, además la sonrisa que el hombre le brindaba cada vez que podía sin temor alguno a quienes allí estaban, o quizás la suave palabra que utilizó para narrar cómo había llegado a su reino, quien sabe si el porte distinguido o el estoico desdén del cautivo al oír su sentencia de muerte, el caso es que la Ñusta Huillac, la tirana sacerdotisa guerrera virgen del sol, por primera vez, apelando a su astucia para prolongar la vida de Vasco de Almeyda que la había cautivado, dictaminó que antes de darle muerte se consultara a los ídolos tutelares incásicos, consulta que exigía de acuerdo con la costumbre ritual, dejar pasar cuatro lunas llenas.
Fue el de ellos un amor sazonado por la muerte. Deseando salvar la vida del hombre, la Ñusta Huillac en cuatro meses intentó atraerlo a su religión, obligandolo a participar con ella en las solemnes ceremonias diarias del culto al Sol. Pero el portugués se mantuvo férreamente apegado a su profunda devoción a la Virgen del Carmen, cuya imagen llevaba prendida en un escapulario que pendía de su cuello: tanta era su fe que la mujer pronto se vio contagiada y vio desmoronarse su propia creencia. Su convencimiento llegó con la seguridad que el hombre le dio de que si se hacía cristiana, renacería en la vida del más allá y sus almas vivirían unidas por siempre jamás. Y así fue que aceptó ser bautizada en la nueva fe justo el día que cumplía su aparición la cuarta luna llena. Ese nuevo día marcado cuando brilló el Sol sobre el Tamarugal, fue la primera vez que la Ñusta no hizo sus rituales, y en medio de un silencio sepulcral que envolvía el bosque, la mujer y el hombre se dirigieron a la clara fuente de agua que brotaba en un claro entre los árboles: su amor les impidió ver que eran seguidos por los súbditos de ella que marchaban sigilosamente siguiendo sus pasos. Altiva y serena, inundada de amor por el portugués, ciega a todo lo que no fueran sus palabras y sus gestos, llegó con él a la fuente y se hincó con los brazos cruzados sobre el pecho y los ojos entrecerrados. Vasco de Almeyda cogió agua clara en la cuenca de sus manos y vertiéndola suavemente sobre la hermosa cabellera de la Ñusta fue pronunciando las palabras sacramentales del bautismo cristiano. Pero no alcanzó a terminarlas. De súbito, una nube de flechas disparadas de todos los ámbitos del bosque se abatió sobre ellos. El hombre cayó con el corazón atravesado y la Ñusta, también herida de muerte, olvidando sus propias heridas se doblegó sobre el cuerpo muerto del hombre y lloró con llanto de mujer, no de reina. Luego, se dice, que semi incorporada apostrofó imperiosa y dominante a su enfurecido pueblo, que al verla muriendo y aún con fuerzas para increparlos, les gritó que gustosa pagaba con su vida por haber conocido el amor humano, ordenando ser enterrada con su amado y que en la tumba común fuera levantado el símbolo de los cristianos: una cruz.
Su última orden fue cumplida, y cuando pocos años después pasó por la Pampa del Tamarugal fray Antonio Rondón, descubrió la sepultura y su gran cruz de madera de la cual aún colgaba el escapulario con la imagen de la Virgen del Carmen que llevaba el hombre en su cuello. Informado de la trágica historia de amor que había dado nacimiento a esa cruz, fray Rondón decidió comenzar la edificación en ese sitio, sobre la tumba de un pequeño santuario con madera de tamarugos, que luego se convertiría en un gran templo del desierto chileno: el de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana, llamado por los lugareños “la iglesia de la Tirana”, a cuyo alrededor a medida que el bosque fue desapareciendo surgió el oasis de la virgen que murió de amor.
En carnaval es un hervidero humano de caravanas el oasis de La Tirana, situado a 84 kilómetros de Ique-Ique, hoy puerto de Iquique, adentrándose al desierto camino a las salitreras y al oasis balneario de Pica. Otra de las familias caciquescas del oasis de La Tirana es toda la que desciende de Andrés Farías, cuya vocación de servicio a la virgen de La Tirana se le despertó, primero, “porque no por nada uno es nacido en el lugar, al igual que mis mayores”, y por una manda que le hizo cuando era joven luego de trabajar unos años en las salitreras, y decidió ir a probar suerte a Iquique: “Allá en 1960 fui candidato a regidor decidido a probar suerte en política, y le hice una promesa a la Virgen. Le dije: “Virgencita, si gano la elección abrazo la carrera política; si pierdo me vuelvo a La Tirana, a trabajar para ti. Y creo que la virgencita me necesitaba porque perdí allá y gané acá”. Los Farías son los comerciantes mas prósperos del oasis, dueños del único hotel oficial aunque muchas casas ofrecen alojamiento, “también somos dueños del almacén más grande del oasis”; existen otros cinco pequeños almacenes y dos restaurantes todo el año, para atender a los poco más de quinientos habitantes que viven normalmente, y que llegan a cien mil y más en carnaval, cuando el pueblo se transforma por completo, con cocinerías, ferias, todas sus casas ocupadas y carpas por doquier. Cuenta Andrés Farías que antes de 1960, en La Tirana penaban las almas el resto del año, pero él con la ayuda de unos pocos vecinos y su propia familia, lograron pavimentar el camino y la plaza, consiguieron el agua potable y la luz eléctrica, construyeron la posta médica y fundaron un museo de La Tirana del Tamarugal donde se guardan las ofrendas entregadas a ella y otros artículos utilizados para fiestas en su honor, que ubicado a un costado de la plaza se puede visitar todos los días del año; ha sido él mismo presidente de casi todas las organizaciones del oasis: junta de vecinos, centro de padres, comunidad cristiana...
Aquí los vecinos forman casi una sola familia, jubilados, artesanos, criadores de animales y aves de corral, cuidadores de las casas de los vecinos que sólo visitan el lugar para las fiestas a la virgen: son un poblado de mil casas que a comienzos del siglo XX fue próspero, con el auge de las cercanas mineras de plata y salitre hasta que se acabó esa industria que incidió en la explotación de la vegetación natural del sitio, y que ahora se intenta rescatar del desierto en un serio proyecto de reforestación del oasis cuyas tierras son legendariamente ricas a pesar de la falta de agua, hoy solucionando con cepas subterráneas que permite observar el crecimiento en los patios de las casas y pequeñas parcelas comunales alrededor del oasis de parras, sandiales, manzanas, zapallos, pimientos, ajos y, por supuesto, acacias, algarrobos y el árbol patrimonial de La Tirana, el tamarugo, que su uso para carbón terminó casi por extinguirlo hasta su rescate que ahora es patrimonial. Los vecinos del pueblo con los que hablé afirman que la única fuente de provisión verdadera que tiene el oasis es la devoción a la virgen y el turismo que atrae cada vez más numeroso. Nos dice el vecino Martín Saavedra, que fue el primer jefe de los bomberos del pueblo: “Cuando nos declararon Monumento Nacional en 1971 las cosas comenzaron a cambiar, antes vivimos olvidados, pero ha sido un proceso muy lento. Aquí las fiestas de la Virgen son entre el 12 y el 18 de julio, y marca su apogeo la vigilia de la noche del día 15 en que se lleva a cabo la espera del alba del día 16, celebración oficial de La Tirana del Tamarugal, cuando en la plaza se encienden fogatas mientras los bailarines danzan entorno a ellas y se lanzan fuegos artificiales. En la Compañía de Bomberos antes no teníamos nada, los puros deseos de trabajar apagando incendios que en esta zona son devastadores por el calor del desierto, en que una colilla de cigarrillo puede dejarnos sin vegetación o arrasar un oasis. Ahora contamos con una base operativa de comunicaciones, que nos permite brindar ayuda incluso a otros poblados de la Pampa del Tamarugal como La Huayca, Pintado y Oficina Victoria: contamos con diez radios transceptores portátiles, una antena base VHF, bastante cable coaxial, una fuente de poder y 30 esclavinas nomex, aquellos protectores de género especial que cubren la cara y los hombros... cuando comenzamos, tuvimos nosotros mismos que juntar plata para comprar mangueras, pero la afluencia turística ha permitido un avance en la conciencia de prevenir, especialmente durante las fiestas de la Virgen cuando llegan unas doscientas mil personas ahora. La falta de recursos y problemas con el suministro de agua aumentan la vulnerabilidad de los poblados ubicados en medio del desierto. También se suma la distancia, ya que los voluntarios de Iquique demoraban horas en llegar con sus carros bombas y camiones aljibe, algo que ahora hacemos nosotros con nuestros recursos, que igual no son suficientes aún”.
Doña Elvira del Carmen Avalos de Gandarillas, nacida y criada en La Tirana, también cree que es necesario resaltar que el suyo: “es un oasis-santuario del desierto de Tarapacá. Aquí en el pueblo no sólo tenemos las fiestas religiosas oficiales de la Virgen en julio; también tenemos las del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo el 25 de diciembre, la Pascua de los Negros el 6 de enero, las que realizamos entre todas las cofradías del desierto para Semana Santa, la Fiesta de la Cruz en mayo, y otras. Yo tengo mi pequeño almacén que heredé de mis padres, y donde he trabajado toda mi vida, entonces soy testigo presencial de la importancia que tienen acá las fiestas religiosas, el turismo que atraen, donde ganan la municipalidad, los transportes, las empresas, la iglesia, los vecinos arriendan piezas y patios para que instalen sus carpas los visitantes. Y cada uno encuentra lo que viene a buscar: un encuentro consigo mismo en el camino de la fe, que aquí es muy fuerte y la base misma de La Tirana. Aquí todos creemos en milagros. A la vecina Eliana Morales una vez se le apareció la Virgen, le sonrió y le hizo el favor de sanarle a su hijo que tuvo de soltera y que se le estaba muriendo: varios podemos dar fe porque vimos al muchacho muriéndose y de un momento a otro se sanó luego que ella nos contó de su visión. Al Martín Saavedra también lo sanó de una enfermedad pulmonar que lo tenía desahuciado. A muchos los ha sacado del trago y eso es un milagro sin dudas. Yo misma he visto como desde que tengo uso de razón hemos logrado subsistir cuando hay épocas en que no anda un alma por aquí, y de repente se llena de miles de visitantes que ni se puede caminar en la calle y me faltan manos para atender de tanto que compran, aquí en pleno desierto, ¿no es milagroso que la pura fe permita sobrevivir a un pueblo entero?”
Miles de tambores a un ritmo que irá en aumento o será cadencioso a veces, pero ininterrumpido durante los tres días y tres noches principales, 14, 15 y 16 de julio. Llegar a La Tirana es cosa del Hacedor de Caminos, aún cuando antiguas historias de la zona dicen que basta desear venir con el corazón, para llegar alguna vez. Mi ánimo es estar alerta y presente. El baile es permanente y todo envuelto en una atmósfera alucinante: torbellinos de trajes de colores, de enmascarados fantásticos y disfrazados, con las campanadas de la Iglesia de fondo, que marcan los tiempos de la fiesta. La plazoleta frente al santuario es el centro físico y religioso, donde todo ocurre con más fuerza, es la meta del peregrino que llega a rendir homenaje, vestidos con lo mejor que pueden ofrecer, con el cuidado que ponen en sus prendas y en lo bien peinado de sus cabellos, se nota que se han preparado. Lo que llama la atención de inmediato es el sentido primitivo y pagano que tiene la fiesta, donde se mezclan la superstición con la religión dando expresión a las más diversas manifestaciones del Chile antiguo y los pueblos andinos vecinos.
El gran peregrinaje comienza en el Cristo del Calvario, que está a unos ocho kilómetros de la plaza. Allí cada compañía de danzantes recibe el número que le corresponde para visitar el templo y formar parte de la procesión. Al atardecer del día 14, y junto con encender las fogatas oficiales, comienza la procesión con los bailes que ya no se detendrán por tres días. Se ven danzas folclóricas y modernas; los más populares grupos son los integrados por las “cullacas” que emulan a las vírgenes del Sol, y los “morenitos” que simbolizan al hombre andino que las sirve. Hay cientos de cofradías de morenitos: los hombres bailan en estilo viril y acompasado, acompañados de tambores y matracas; a ratos dan saltos en el aire que dibujan figuras animales con singular destreza. Las cullacas con sus trajes espectaculares plenos de colores y brillos, sin embargo, danzan tan sutilmente que parece que sólo caminaran, mientras van creando figuras con cintas de todos los colores, dibujando de pronto un sol o una estrella que levantan sin perder nunca el ritmo: todo en ellas tiene un sentido, desde la forma de poner cada dedo de sus manos hasta las cucharitas de plata que se cuelgan en el pecho (las solteras mango hacia abajo, las casadas mango hacia arriba), sin dejar de mencionar que quien dirige cada grupo de cullacas es una machi, generalmente una mujer anciana con su joyería de plata que baila sin limitaciones por ser una práctica a la que ha dedicado su vida entera. De Bolivia, Perú y Ecuador se han integrado grupos de diablados y enmascarados que representan las más fantásticas criaturas propias de Los Andes; son muy aplaudidas las cofradías de gauchos que llegan desde Argentina, que desfilan danzando mientras hacen ejercicios con sus boleadoras, lazos y banda de acordeones y guitarras. Al llegar la noche, todos continuarán danzando alrededor de las fogatas y esperando su nueva oportunidad de entrar a saludar nuevamente para despedirse de la virgen al amanecer.
Las cofradías en el Cristo cantan la primera entrada; al llegar a la plaza, la segunda; frente a la Iglesia, la tercera. En el templo frente a La Tirana cantan los saludos, adoraciones, solicitudes y ofrendas. Cada compañía tiene diferente forma de presentarse, pero se asiste a un continuo de entradas y salidas en que la procesión nunca se detiene. Los danzantes entran saludando y se despiden retrocediendo sin dar nunca las espaldas al altar. En el camino de procesión o según la hora que entren al templo junto a le Virgen, cada cofradía aporta con sus propias canciones al alba, la aurora, de buenas noches, de buenos días, retiradas, y muy principalmente, al Sol, para el cual entonan a ratos cantos que son comunes unida la voz a los más diversos instrumentos musicales andinos, especialmente cajas que combinan un ritmo andino chileno de 4/4 con un sutil 3/4.
Desde el Cristo comienzan también a cumplir su manda los que han prometido cumplir de rodillas agradeciendo una solicitud o pidiendo un milagro: a veces alguien los acompaña al lado, abanicándolos y dándoles ánimo: estos mismos desgarrados junto con llegar a las últimas gradas que los separan del altar de la Virgen, después salen del templo caminando como extasiados, con la cara limpia y de promesa cumplida. Hay quienes le hacen manda a La Tirana de bailarle mientras vivan, todos los años; otros, cierto número de años. Hay mandas de los que sostienen cirios los tres días y sus noches que parecen día por los cientos de hombres y mujeres que van con sus velas encendidas levantándolas en dirección al altar de la Virgen en el templo. De noche en el carnaval de La Tirana, es cierto, junto con estos ríos humanos de luz, la música retumbando en el aire, los bailes fantásticos que vuelven de sombras e iluminaciones el lugar, se vuelve todo una fiesta para los sentidos y el alma, una fiesta que a uno lo transporta a otro tipo de espacio, en que las energías se multiplican y todos nos integramos a los bailes y cantos que repetimos en un momento como si vinieran de nuestra memoria escondida, encontrando razón y sentido a la magia posible en la vida, apoyado en las demás gentes que están en lo mismo que uno, como si toda esa verdad liberada en la energía común nos liberara también algún peso del alma, que lo levanta a uno hacia La Tirana del Tamarugal allá en su altar en lo alto del templo.
A las tres de la tarde del último día de carnaval, la respiración contenida de cada participantes se detiene un instante para vitorear a la Virgen cuando es sacada en andas desde su altar en el templo y llevada en procesión. Lentamente va apareciendo “la verdadera” como llaman también a La Tirana, que es una efigie pequeñita en el medio de un arreglo primaveral de cerezos en flor, majestuoso, que se ve milagroso recortado contra el desierto que envuelve de fondo. Los ojos de todos están en el altar que cruza por el pueblo entero convertido en una sola marea humana dividida por el espacio justo para que la carguen los portadores de la efigie, guiados por el caporal, un cargo de honor entre los hombres del oasis, así como el de los cargadores, que llevan una de sus manos en alto asiendo una cinta que parte de las faldas de la Virgen, ricamente engalanada cruzando mientras la vitorean a gritos. Es una reina la que cruza. Las campanas están echadas a volar, los bombos, tambores, pitos, matracas, flautas, quenas y caracolas forman un sólo ritmo animando el evento único. Al regreso de La Tirana a su altar en el templo, comienzan las despedidas que duran toda la noche hasta el amanecer, cuando allí frente a la Virgen se despojan de sus trajes los danzantes, simbolizando que han cumplido su promesas de bailarle a La Tirana, y pueden comenzar una nueva vida civil. Algunos hombres y mujeres en ese momento caen en trance dando gritos y haciendo gestos de alegría y liberación, otros sufren cierto estado de trance que hace necesario que les ayuden a salir del templo, lo que se realiza con sumo respeto, todo indicado por la tradición. Los allí reunidos, al fin, se quieren y presentan sus respetos, se agradecen, se abrigan y despiden. Estuvieron unidos por algo grande en el esfuerzo de la fe demostrada bailando sin cesar, cantando y enfilando la dirección del corazón a la Virgen que murió de amor y se hizo eterna. Cuando todo ha terminado y si uno se detiene a observar el oasis de La Tirana cuando ya casi no quedan peregrinos, parece todo de color blanco, muy limpio y casi sin señas de que ha sucedido allí una de las fiestas más significativas que ocurren en el desierto de Chile, donde entre los más de cuarenta grados de día y las temperaturas bajo cero en la noche viven gentes en un desierto lleno de fe.
© Waldemar Verdugo Fuentes.