1 de diciembre de 2015

MEMORIA

Di tiempo a mi memoria para que cumpliera su primero y más apremiante oficio: olvidar. Aquí el aire parece transparente, tengo miedo hasta de pestañear. Pienso hasta donde terminan los gestos. Tal vez si cambio la mirada provoco en el mar el nacimiento de una caracola...lo hago. Para ti me vestí esta mañana. Por ti afeito el rostro de mi cuerpo, por ti emprendo jornadas sin término, por ti agoto mi alma en estériles esfuerzos, en vanos deseos y ambiciones. Por ti hago las cosas como si no las hiciera, por ti he renunciado a todo y a mí mismo. Por ti medito sin cesar: ¿estoy acaso muerto acaso vivo? Por ti voy a la Escuela de los Adivinos, por ti pongo música y quemo incienso mientras voy destapando cofres. Por ti sigo siendo un hombre libre, por ti me huyo en el sueño. Por ti descubrí el movimiento de la puerta: una vez abierta una vez cerrada (me pregunto cómo será sin ti lo que escribo)