25 de julio de 2008

EN LO DE JUAN RULFO.

A los lectores del maestro Juan Rulfo va dedicada, al fin, la crónica de mi encuentro con el gran autor de “Pedro Páramo” y otros escritos memorables.
Aquí debo agradecer a la Fundación Juan Rulfo por archivarla
en la página oficial del escritor mexicano en la dirección:
www.clubcultura.com/clubliteratura/
clubescritores/juanrulfo/entrevista.htm

DE EL MUNDO QUE AMO.

(Fragmentos de “El mundo que amo”)

Di tiempo a mi memoria
para que cumpliera su primero y más
apremiante oficio: olvidar.
Aquí el aire parece transparente,
tengo miedo hasta de pestañear.
Pienso hasta donde terminan los gestos.
Tal vez si cambio la mirada
provoco en el mar el nacimiento
de una caracola... lo hago.

PALABRAS AL LECTOR.
1
Interior de mi mismo
Espíritu de este oscuro enigma
Supremo y misterioso
Fuerte y altivo porque me sueñas
Sabio porque permites que te sueñe
Tú, lector, cercano
-mi semblante-
cómplice de las noches que me robo.
Vamos cabalgando en un dragón.

2
Para ti me vestí esta mañana.
Por ti afeito el rostro de mi cuerpo
por ti emprendo jornadas sin término
por ti agoto mi alma en estériles esfuerzos,
en vanos deseos y ambiciones.
Por ti hago las cosas como si no las hiciera
por ti he renunciado a todo y a mi mismo.
Por ti medito sin cesar:
¿estoy acaso muerto
acaso vivo?
Por ti voy a la Escuela de los Adivinos,
por ti pongo música y quemo incienso
mientras voy destapando cofres.
Por ti sigo siendo un hombre libre
por ti me huyo en el sueño.
Por ti descubrí el movimiento de la puerta:
una vez abierta
una vez cerrada.
Por ti lector. Tú que terminas de leer
(me pregunto cómo será sin ti lo que escribo).

3
Yo, que siempre quiero huir
que he trabajado mis mejores años
que en verdad no estudio ni pienso y solo hago
que creí que la familia era eterna
que no acepto consejos casi de nadie
que me dejo influenciar rápidamente
que lloro cuando no debo hacerlo
que no soy tal cuál parezco ser
que llego siempre a la hora
que he amado sin ser amado
que me han amado sin amar
que me desespero por cosas
que enumerar sería terrible.
Que me invade un orgullo definitivo
que seguirá toda la vida así.
Que puedo estar quieto como una piedra
que he recibido y nada he dado en cambio.
Que si no escribo siento estar en prisión
que aún engrilletado del suelo me levantaré,
y me seguiré riendo de mí, y de ti, lector,
hasta el fin de nuestro tiempo.

4
Cuidemos bien este instante
porque nuestro momento es la vida,
la esencia misma de la vida.
En este leve transcurso se encierran
todas las realidades y las variedades,
toda nuestra existencia, el goce de crecer,
la gloria de la acción inteligente,
misterioso poder, delicia del corazón.
El ayer es un sueño y el mañana tan solo
una loca visión de la mente.
Pero este instante, este preciso instante
hace de cada ayer un sueño y
cada mañana sola ilusa visión.
En nuestro leve instante
encerramos el universo
formamos de puro placer este mundo
porque no existe lo que no trae placer
mi amor... mi vida.

(c)WaldemarVerdugoFuentes