7 de junio de 2014

LA RESPUESTA HUMANA, fragmento

DE LA VIDA A TIEMPO NI ESPACIO SOMETIDA. Según pienso, hay vida después de la muerte. Me parecen acertados los planteamientos de la física cuántica que afirman la existencia de cierto centro existencial, biológico, donde existe sin final y en forma paralela lo que conocemos y lo que no sabemos, lo que vive acá y en el más allá. La muerte como concepto brota de nuestra conciencia: es algo que aceptamos desde que nacemos pero sólo tiene existencia en nuestra mente. Creemos en la muerte como final porque la asociamos con nuestro cuerpo físico, sin mayor cuestionamiento inmediato, porque sabemos que el cuerpo humano fallece. Pero el universo solo existe debido a la conciencia de un individuo sobre él mismo. Lo mismo sucede con los conceptos de espacio y tiempo, que son sólo instrumentos de la mente; así, en sentido real la muerte no existe, no tiene límites para intentar definirla. Porque el mundo que nos rodea no tiene una existencia objetiva independiente de nosotros, todo tiene que ver con todo y vive sin edad a partir de ese cierto centro existencial, que no admite eventos terminales por ser ajeno al espacio y al tiempo. Siendo también la causa de que la inmortalidad no sea posible en nuestro sistema humano temporal, pero verídica como parte del centro existencial. Creo lógica la idea filosófica de los universos paralelos, donde existen todos los universos posibles simultáneamente, independientemente de lo que ocurre en cualquiera de ellos. Me parece teórica la hipótesis de los físicos cuánticos según la cual hay un número infinito de universos y todo lo que podría suceder ocurre en alguno de ellos, ahora mismo, a partir de ese centro existencial sin espacio ni tiempo, Aleph la primera letra que contiene todas las letras que existen escribiendo desde siempre y por siempre, creando infinitos escenarios donde la muerte no existe en ningún sentido real. Escenarios todos dispuestos a recibirnos en nuestra navegación que trasciende cualquier forma lineal ordinaria, una aventura maravillosa, según me parece, donde en cuerpo perenne volvemos a nacer no sometidos a matriz aleatoria alguna, solo de acuerdo a la vida que llegamos y su propia realidad ineludible, sometidos a un espacio y un tiempo.
(Fragmento de libro “La respuesta humana”, por Waldemar Verdugo Fuentes)

No hay comentarios.: