18 de diciembre de 2007

Gracias Ninón Sevilla.


Gracias Ninón Sevilla por tu llamada telefónica de fin de año que me llena siempre de emoción. Gracias por tu risa cálida y palabras sabias. Nunca dejas de repetirme que aquí se trata de buscar entre muchos la verdad. Nada más. Y me haces reír cuando me repites que no me encierre que santito que no es visto santito que no es adorado, exclamando ¡y no olvides mijo que una pierna bonita siempre pone de buen humor!
Debo anotar aquí que Ninón Sevilla en la vida real es uno de esos ángeles que hacen mejor todo a su alrededor. Debo decir que he cultivado su amistad desde 1980, cuando por primera vez llegué a la Ciudad de México contratado por un año que se convirtió en casi una década: entonces, por pura casualidad, aún sin instalarme y viviendo en casa de amigos, me enviaron a entrevistar a Ninón Sevilla por un homenaje que había recibido en el Festival de Cannes. Llamó mi atención que en el carro del fotógrafo llegamos en cinco minutos a la casa de la estrella, un sector de edificios departamentales alrededor de una plaza con fuentes y árboles. Fue tan absolutamente cálida que me inspiró la confianza de decirle que andaba en búsqueda de un departamento, cerca de mi oficina en VOGUE que comenzó a publicarse en lengua española en un piso muy cómodo con su terraza en el edificio del diario Novedades, en calle Balderas de la colonia Juárez. Al otro día con agrado recibí una llamada telefónica de la más alta estrella cubana, según creo, para anunciarme que tenía un dato de un departamento, que fue al final mi hogar durante casi diez años: era un barco anclado encima de uno de los edificios que da a la Plaza Washington en la Juárez, que me permitió ir y venir caminando a mi trabajo y donde aprendí muchas cosas y a cultivar amigos que hasta hoy conservo, como ella misma que se convirtió en todo ese tiempo en una presencia amable, sabia y oracular en mi vida. Por eso menciono un detalle para ella pero fundamental para otros, porque es justo rescatar también aquí hechos de su enorme estatura humana, al final que su aporte a la historia del cine es ahora patrimonio de los feligreses y cultores de la sala oscura. Por esta invaluable amistad con Ninón puedo ahora decir que muchos de sus amigos también fueron mis amigos: cómo dejar de citar a Margo Su, la legendaria empresaria de cuya mano entré por primera vez al Teatro Blanquita y vi la función de atrás de las cortinas y quedé maravillado. A la querida Carmen Salinas, una de las más altas comediantes de nuestros países. A esa gran actriz que es doña María Victoria. A Nancy Cárdenas, que en el departamento de Ninón acordamos su columna mensual de crítica teatral en VOGUE. Ninón me llevó a una cena en la casa de Ernesto Alonso, donde fui presentado a María Félix y la convencí para dejarse fotografiar por nosotros luego de casi veinte años sin permitir fotos ni conceder entrevista alguna. También ella me presentó a Celia Cruz, Libertad Lamarque, Rosita Quintana y Lucha Villa, a quienes en noches memorables íbamos a ver actuar en Garibaldi. Recuerdo haber terminado muchas veces invariablemente la noche de ronda en la mesa que siempre tienen reservada para la estrella en el “Night and Day” de la calle Dinamarca: allí conocí a Monna Bell, también una de las amigas entrañables que me ha regalado la vida. Aquí debo recordar al enorme actor de Puerto Rico Frank Moro, de gran éxito en su época en México, que se devolvió a la distancia y era un amigo de verdad: cuando la bella actriz y productora argentina avecindada en México Christian Bach no era aún la señora de Humberto Zurita, con Frank la sacábamos a cenar y la acompañábamos para protegerla de la fauna que la acosaba, je. También le cuidamos las espaldas a la actriz española Gemma Cuervo y a mi amiga Nacha Guevara, la genial artista de Argentina. Ahora puedo escribir que las puertas que me abrió Ninón Sevilla hicieron mi vida más alegre hasta ahora, y repito que usted, señora amiga, es presencia amistosa, sabia y oracular en mi vida. Gracias ahora que comenzaron las Posadas en México que espera la llegada del niño Dios, y muy felices fiestas también para ti y los amigos y un maravilloso año 2008!

(Arriba rescato esta antigua tira de fotos tomadas por Max Clemente, del staff de revista Vogue, para uno de mis cumpleaños en México, que me celebró en su casa Ninón Sevilla: vayan ahora en su honor).

TIP: VIDEOS CON NINON SEVILLA:
Fragmento de cinta Portugese Neru, filmada en Brasil.
http://www.youtube.com/watch?v=qGy0uAsejFA
Fragmento de "Perdida", 1949: “La Mucura”.
http://www.youtube.com/watch?v=3fkxR-v_YFk
En VOGUE: http://ninon-sevilla-entrevista.blogspot.com

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