16 de diciembre de 2024
NOTICIA DE SANTIAGO DE CHILE
Durante mi juventud en la capital de Chile solía subir por el camino cordillerano tratando siempre de ascender hacia lo alto, donde las plantas osan trepar, majestuosas, escuchando la caída de las aguas y el aroma de la araucaria, eucaliptus, robles y sauces, con todos los sonidos reanimándome: es curioso, creo que, desde entonces, errante, supe que el silencio y los sonidos de la naturaleza son una misma forma de compañía. En Santiago despedí mi infancia andando sin temor a perderme en los caminos altos que suben a la cordillera, porque uno aprende desde niño que para regresar solo es necesario bajar siguiendo las rutas a orillas de las aguas del estricto río Mapocho que siempre llega a la ciudad. En el camino ascendiendo la cordillera de Santiago supe que el principio es aceptar que lo que creemos que es la realidad, no lo es en absoluto. Eso que puede parecer solo un montón de piedras, es posible que sea el lugar donde acecha el terrible puma.
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